sábado, 1 de junio de 2013

                   Los Huracanes de la vida: amor, sexo, pasion.
                   Evidencias científicas.-  Dr. F.Antonio Bera Bautista
                                                                                                  Psicólogo
                                         

        Al parecer, cuando caemos rendidos por los encantos de otra
persona, doce áreas del cerebro trabajan conjuntamente para liberar
los productos químicos que inducen a la euforia. La dopamina, la oxitocina y adrenalina, que a su vez aníman a penetrar en la esfera privada de otra persona, para que todo lo demás ocurra.
Ya sólo el hecho de besar apasionadamente produce una drástica disminución en la producción de cortisol que es la hormona responsable del estrés.
Según evidencias científicas, el amor tiene los mismos efectos calmantes que un analgésico o una droga como la cocaína. El amor es tan potente como la cocaína. Se involucra la dopamina, que es un reurotransmisor que influye en el estado de ánimo, la recompensa y la motivación. Esta puede secretarse rápidamente ante una persona que resulta atractiva.
Los niveles de serotonina en personas enamoradas, eran similares a los pacientes con trastornos obsesivo-compulsivo (Ariska).
¿Qué sucede en el cerebro cuando hay un verdadero amor?
Es decir, aquél que no se vuelve hacia el resentimiento, no se ve limitado a la reciprocidad, valoración de las cualidades del amado, la alegría y la seguridad del amado son tan significativas como las propias o incluso más, no necesita poseer, aferrarse o diminar.
Se da entre grandes amigos, algunos padres para sus hijos, en matrimonios exitosos. Esto, según stephen post, estadounidense profesor de medicina preventiva. Además dice que se trata de la forma más pura de dar.
Pues bién, este amor involucra a la hormona oxitocina, que afecta una parte del cerebro, el circuito mesolímbico y nos hace sentir alegría, tranquilidad, confianza. O  sea que la oxitocina que se libera en el amor tiende a estar asociada más a estos factores que a la pasión y a lo salvaje.
En el 2008, una universidad de california estudió que cuando el cerebro segrega oxitocina, la generosidad aumente en un 80%. La oxitocina también tiene un papel decisivo en el orgasmo.

Existen más de 40 estudios que demuestran que dar o hacer a los demás felices, contribuye a la felicidad, la salud e incluso a la longevidad.
La frase "si hay celos es porque hay amor", es una falasia.
Un prestigioso neurobiólogo, Antoine bechara, detectó un "conflicto cerebral". Aúnque la relación haya terminado años atrás, el cerebro continúa disparando imágenes y reacciones corporales, como palpitaciones o dolor dee estómago al ver la foto de aquella persona o al sentir un olor que la evoque. La explicación es que una parte del cerebre llamada amigdala, que es el centro de la memoria emocional fija esas experiencias con intensidad. Cuanto mayor sea esa información que se grabó hacia ese gran amor, más reacciones se producen, contra las que no podemos luchar.
En efecto, los estudios científicos han comprobado que el amor verdadero dura siempre y jamás cambia, aún cuando se seque el mar o se desmenuce la roca.

En esta línea, los ingleses Zeiki y Bartels, realizaron estudios de resonancia magnética funcional y observaron qué regiones del cerebro se activan, por ejemplo, ante la foto del ser amado.
Por un lado las áreas que se asocian a la distancia social y a las emociones negativas, tienden a reducirse ante la observación de estímulos provenientes del ser amado, como la corteza prefontal y áreas parieto-temporal, a la vez que se  activan centros del placer y el apego.
Tras 20 años de casamiento, los esposos todavía sienten profundo amor el uno del otro y la pasión despertada, al encontrarse uno con otro sigue siendo como la percibida al enamorarse por primera vez.
El descubrimiento significa, que incluso los dos no se sienten aburridos uno de otro por ser tan conocidos recíprocamente..
Los investigadores seleccionaron una muestra de personas que han mantenido matrimonio de manera ininterrumpida durante 21 años por termino medio, les apenaron las exploraciones del cerebro cuando miraron las fotos de sus conyugues. La reacción que dan es igual que la de los enamorado de menos de un año.
La parte concerniente de su cerebro segregaba dopamina.
Dijo el investigador Allen:"considero que todo esto es cierto, se trata de resultados del escaner del cerebro que es convincente."
Sin embargo, los resultados de la exploración no son iguales en el grupo de los enamorados por primera vez y el de los que han constituido matrimonio en 21 años.
El sentimiento de serenidad de los enamorados durante largos años, ha reemplazado la pasión obstinada y ansiedad despertados por el amor, explicó el investigador Hill.
otro estudio de Zeiki mostró que algunas de las áreas que se activan en el enamoramiento, también lo hacen ante el odio desmedido. De ahí que escuchemos frases como "estaba ciego de rabia" o "del amor al odio hay un sólo paso".
El investigador Arthur  Aron, de la univesidad de New York, sostiene que el enamoramiento puede durar hasta cuatro años. El reconocido psiquiátra Hagop Akiska, asegura que "estar enamorado más de seis meses puede ser patológico".
Los estudios también han comprobado que los que se comunican fácilmente con sus parejas, han logrado mantener el matrimonio durante largo tiempo. Las buenas habilidades de comunicación con el conyugue consiste en: hablar con amabilidad, sonrisa y gestos cordiales, además del buen humor.
El pasar la mifada de manera excesiva, frialdad, exigencia excesiva e ironía, perjudican la comunicación entre los esposos.

Investigaciones sobre el amor y la salud, nos indican que el amor puede ser responsable de algunos beneficios increíbles en tu cuerpo.
No sólo disminuye la presión arterial y proporciona un mejor manejo del estrés, también contribuye a menos resfriados y hospitalizaciones más breves. Hay investigaciones científicas que lo respaldan.
Las personas casadas (que se aman) visitan menos al médico y tienen estadios hospitalarios más cortos que los solteros. Esto de acuerdo a estudios realizados por el departamento de salud y servicios humanos de los Estados Unidos, informe de junio de 2007.
Involucrarse y permanecer en una relación, reduce la depresión tanto en hombres como en mujeres.
Las personas felízmente casadas tienen mejores niveles de presión arterial, seguidos por los solteros. Los infelízmente casados tienen la presión sanguínea más alta. De acuerdo a un estudio publicaco en marzo de 2008,annal of behavioral medicine.
Las relaciones amorosas estables provocan una menor activación de las áreas en el cerebro que se sabe producen ansiedad.
Un estudio de Stoony Brook, concluye que las relaciones amorosas estables hacen que se sea menos propenso a sufrir de dolor de cabeza o dolor de espaldas. También pueden fortalecer el sistema inmune, haciendo que se sea menos propenso a enfermar después de la exposición a un virus del resfriado o de la gripe. Esto de acuerdo a la investigación en la universidad Carnigie Melow, publicado en noviembre de 2006, en la revista Psychosomatic Medicine.
El poder de una relación positiva podría ayudar a curar las heridas tanto como el doble de rapidéz en relación con las parejas que son más hostiles entre sí. Ohio State University Medical Center, diciembre de 2005.
Las personas felízmente casadas viven más, de acuerdo con un creciente volúmen de trabajos sobre el tema.

Veamos algunas conclusiones sobre el beso:

Cada beso es una tormenta bioquímica en dónde músculos y hormonas participan para crear un sinfín de sensaciones.
Cada beso consume 12 calorías , uno de los motivos es que al besarnos, movemos hasta 36 músculos y nuestras pulsaciones aumenta de 60 a 100 latidos.
De esta manera se convierte en un importante complemento de las dietas. Además se mejora la autoestima.
El besarse confrecuencia, aumenta la circulación sanguínea y ayuda a las personas a enfermarse menos y vivir más.
Un beso es una buena terapia para superar la depresión.
¿Cómo saber si estoy besando al príncipe azúl o si me encuantro ante una rana?
Hay estudios científicos que apuntan a algo más que la invitación para saber si tenemos antre nuestros labios la boca correcta.
La neurocientífica Wendy Hill, investigadora de Lafayette college de pensilvania, asegura que en la saliba de ese momento podemos encontrar sustancias que serán de gran ayuda para evaluar si la pareja que estamos besando es la idónea. Según Hill, si nos encontramos ante nuestro "príncipe de cuento": se reducen los niveles de cortisol, la hormona del estrés, ayuda a combatir el dolor, pues mientras más apasionada es, más endorfinas se segregan y esa actividad hormonal tiene un efecto superior a una pequña dosis de morfina. La química del amor es una expresión acertada.

Las flechas de Cupido.-

El amor a primera vista ocurre en un quinto de segundo. Las flechas de cupido son algo más que una historia mitológica, tamisada por la cultura popular.
Un equipo internacional de científicos, liderado por la investigadora Steplhanie ortigue , de la universidad de Siracusa, en New York, asegura que el amor puede ser fulminante. Según explica, tardamos un quinto de segundo en enamorarnos, y doce áreas del cerebro van conjuntamente para liberar, como hemos indicado al principio, dopamina, oxitocina y adrenalina.

La infidelidad.-

Ciertos patrones fiel o infiel podrían ser aprendido en base a la historia familiar.
En el 2008, una investigación del instituto karolingka de suecia, indicó que la vaniante de un gen provocaría una mayor aptitúd hacia la vida en pareja, por lo que sus portadores serían infieles.
Ahora parece ser que la culpa de la infidelidad de los hombres la va tener un gen, el alelo 334, que gestiona la vasopresinam una hormona que se produce naturalmente, por ejemplo, con los orgasmos. De ahí que los hombres dotados de esta variante del gen sean peligrosos para una relación estable.
Algunos y algunas ya lo sabian por experiencia, pero ahora lo ha constatado el estudio de los científicos suecos.
El alelo 334 se encarga del receptor de la arginina vasopresina, que es una hormona básica y que está presente en el cerebro de la mayoría de los mamíferos.
Según esta investigación, los hombres con el alelo 334 afirman tener lazos menos fuertes con sus esposas, y estas reconocieron que se sentían menos satisfechas con sus conyugues que las que se casaron con  hombres sin esta variante genética.

¿El amor lo cura todo?

El amor, como hemos visto, puede considerarse remedio, antídoto y vacuna para infinidad de males y dolores.
No requiere prescripción médica, ni tiene contraindicaciones .
Está claro que influye directamente en la salud de nuestro corazón, ya que reduce los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares y contribuye de esta forma a alarghar la esperanza de vida. Esto según la Fundación Española del Corazón (FEC).
Y además dice que los vínculos con la pareja, amigos y familiares, mejora la presión arterial (corroborando estudios que ya hemos indicado), lo que ayuda a reducir los niveles de ansiedad, estrés y depresión, conocidos como factores de riesgo cardiovascular (FRC).
Según un estudio del World Heart Federation (WHF), las personas que siguen algún tratamiento para cardiopatías y tiene un entorno felíz, mejoran entre dos y cuatro veces su capacidad para reponerse de la enfermedad.
Investigadores del instituto carolingska de estocolmo, han demostrado que las mujeres con matrimonio estresantes tiene el triple de riesgo de sufrir un infarto que aquellas con una buena relación con su pareja.

También se ha demostrado que el amor es más importante que el dinero, ya que nuestra felicidad puede provenir de los ingresos, hasta cierto punto, al final es la calidad de las relaciones familiares lo que provee la satisfacción duradera.
Esta conclusión está basada en el trabajo que aparece en junio de 2008en la revista journal of family psychology, en seguimiento a parejas casadas por una década.


¿Entonces qué?

Ud. verá lo que está haciendo con su vida.
Si es de los que llevan o han llevado unas relaciones tormentosas, sostenidas en el conflicto y las desavenencias, podrá concluir, después de esta lectura, los daños que se ha ocasionado a su organismo y a su persona, o bién los bienes que ha dejado de proporcionarse.
El aislamiento, la soledad, el desamor, habrán actuado como corrosivos de órganos vitales.
Un psiquismo mórbido, saturado de pensamientos degradantes, 
rencores, resentimientos , odios, enfrentamientos, luchas intestinas, tal vez hayan encendido la mecha de dolencias y enfermedades sufridas.
No podemos elegir como nos va a ir con la pareja, con la familia, con la sociedad. Hay quienes las experiencias les vienen más favorables para su ordenamiento interior. Pero todos tenemos, alguna vez, una cita con la adversidad. Esto es la vida en su estado puro.
Salvo en casos extremos, suele haber márgenes de maniobra personal para interpretar, enfocar y orientar los acontecimientos, cuando estos no son  coincidentes con nuestras espectativas.
Es cuando quedamos citados como indivíduos inteligentes, para demostrar nuestro grado de competencia, para proporcionarnos los niveles de bienestar que la vida nos quita en determinados momentos.
Fracasan y enferman, los que se degradan en las amarguras del desamor.
Todas las investigaciones citadas, son mucho más que dos personas que se abrazan, que se quieren, que se besan. Nos están llamando la atención hacia donde germina y crece el auténtico sentido de la vida, de por qué y para qué estamos aquí, y cuáles han de ser los lineamientos que marquen nuestro modo de ser y de convivir.

Allí, entre las rendijas de lo que lla ciencia, en estos temas nos desvela, se encuentra la explicación del PODER DE UNA SONRISA, DE UN BESO, O DE UN SIMPLE SENTIMIENTO EN CUYO INTERIOR ESTE ESCRITA LA FRASE: "TE AMO".

Gracias a todos por vuestra atención.
                                                                                                 Dr.F.Antonio Bera Bautista.




                                                                   
                                      

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