lunes, 27 de mayo de 2013

                  Enamorarse,Quererse, Amarse.-
Como ordenan, fortalecen o destruyen a las personas como tú.-                                                                                        
                                          Dr. F. Antonio Bera Bautista    
                                                   Psicólogo

Los Experimentos de imágenes cerebrales por resonancia magnética funcional, de la antropóloga Helen fisher de la Universidad de rutgers en New Jersey, la hacen concluir la existencia de tres etapas en las personas con relación al amor:
1º.El impulso sexual indiscriminado:
Es una fuerza autónoma que desata la búsqueda de pareja, regulado por la testosteronas y estrógenos en la mujer.
2º  La atracción sexual selectiva.
3º El  cariño, es decir el lazo afectivo de llarga duración que sostiene a la pareja más allá de la pasión .
El enamoramiento es compatible con la segunda fase, la atracción sexual selectiva.
En el enamoramiento, estamos débiles afectivamente, y como la persona que está baja de defensa, queda a merced de cualquier virus que pasa a su alrrededor, pudiendose enamorar de cualquiera (Andrés Murois), o como decía Ortega, estado de imbesilidad transitorio.
Cuando nos enamoramos las sustancias, neurotransmisores, que entran en juego son dopamina, serotonina y norepinefrina, entre otras.
La dopamina, activa el circuito del placer y puede secretarse rápidamente ante una persona que resulta atractiva, la norepinefrina que contribuye al aumento de la frecuencia cardíaca, y la serotonia que está relacionada con la ansiedad, además de contribuir al equilibrio de deseo sexual.
Al enamorarnos, intuimos que con esa persona podríamos compenetrarnos y sentirnos bién en su compañía, muchas veces nos equivocamos, porque se atribuyen cualidades que en la mayoría de los casos imaginamos.
Es impulso de salir del yo para ser nosotros.

Desde el punto de vista bioquímico, se trata de un proceso que se incia en la corteza cerebral, pasa al sistema endocrino y cambios químicos ocasionales en el hipotálamo mediante la segragación de dopamina.
Las características principales del enamoramiento según la mayoría de los
autores son:
-Intenso deseo de intimidad y unión física con el indivíduo, tocarlo, abrazarlo,relaciones sexuales.
-Intenso deseo de reciprocidad, que el otro se enamore también.
-Intenso temor al rechazo .
-Pensamientos frecuentes e incontrolados que interfieren en la actividad normal.
-Pérdida de concentración.
-Fuerte activación fisiológica; nerviosismo, aceleración cardíaca ante la presencia real o imaginaria del individuo.
-Hipersensibilidad ante los deseos y necesidades del otro.
-Atención centrada en el individuo.
-Idealización del indivíduo, percibiendo sólo características positivas.

Aúnque considero que no sólo se está enamorado cuando nos encontramos bajo los efectos de estos síntomas, por ejemplo en etapas avanzadas de las relaciones se podría dar un cuadro de "enamoramiento sosegado", no nos obsesiona pensar en el otro, basta con tenerlo presente, no nos pone nervioso su presencia, pero estamos a gusto a su lado, su ausencia no nos angustia, porque le esperamos plácidos y confiados, su mirada no nos fervorece, pero la sentimos cálida, íntima y nuestra; sus palabras no nos parecen mágicas, pero nos alientan a la comunicación y al entendimiento. 
Un beso suyo, tal vez no erice la piel pero fortalece los sentimientos, no le deseo con una pasión desbordante y explosiva, aúnque sí con una cálida e intensa emoción que conmueve; no es que vea más que virtudes en su persona y que sea incapáz de darme cuenta de sus defectos, lo veo completa-
mente y lo acepto tal como es; verlo no me late más deprisa el corazón, pero sí la parte de mí que faltaba ya está conmigo, y eso me tranquiliza y conforta.
Tanto contribuyen al fuego las llamas como el calor.

QUERER.-

Se quiere a la persona de tu intimidad que es importante y necesaria para que tu vida funcione satisfactoriamente, que contribuye a que tú te sientas bién y con la que puedes contar en los momentos de decaimiento para recibir comprensión, apoyo, estímulo.
Son pues, condiciones claras para que se produzca un vínculo afectivo más o menos fuerte, que hace que las personas se quieran.
Para que este querer permanezca y crezca, es necesario que las personas coincidan en el tiempo, es decir, tiempo de dedicación; en el espacio, es decir proximidad y lugares físicos para verse y compartir, para convertirse así en personas mutuamente significativas y relevantes en el transcurrir cotidiano de la vida.La condicionalidad en todos los proceso de las relaciones suele marcar las pautas del querer. Es decir, en la medida de cómo se actúe respecto a la naturaleza del vínculo existente, los sentimientos se refuerzan, debilitan o se deterioran. Cuando no se cumplen las espectativas que dan sentido 
y valor a las personas, puede producirse frialdad, distanciamiento o ruptura.
En el querer, existe un vínculo implícitamente contractual, en el que los comportamientos  tienen que funcionar conforme a lo que cada uno espera del otro.
Cuando las relaciones son ordenadas, respetuosas y solidarias, dan lugar a vínculos fuertes como la amistad, o como el noviazgo, pareja o matrimonio,cuando a ello se añade pasión.
La persona enamorada suele estar inmersa en una tormenta de emociones, sentimientos e imaginaciones; en cambio, la persona que quiere a alguien, se encuentra mejor conectada con la inteligencia, con la razón y con la conciencia, permitiéndose de este modo, un mejor manejo de su emociones,de sí misma, del otro y de la realidad que comparten.

En el querer, los sentimientos no han adquirido la plenitúd de madurez,
ni de profundidad, por tanto, aún están condicionados y limitados a que
exista una reciprocidad que ayuden en las necesidades de bienestar, mediante las actividades propias del estilo de vida de cada quien, afectado por su trabajo, su profesión, su familia, su propia persona individual, sus ilusiones, sus espectativas de logros, sus malestares, sus tristezas, sus miedos,alegrías.
El enamorarse y el querer, como conjunto de sentimientos, emociones y actitudes, está al alcance de cualquier persona. Pero ya no así el AMOR,entendido este como sentimiento más profundo, más maduro y en definitiva, más exigente como veremos a continuación.
El amor requiere de la participación de las dimensiones más profundas y superiores de la naturaleza humana, próximas al alma, al espíritu.
Desde el querer se puede evolucionar o no hacia el amor, y cuando este se produce en cualquier nivel de sus posibles calidades, se convierte en un sentimiento de extraordinaria fortaleza, resistente a las contingencias
de la vida y de todo aquello que amenace la estabilidad de las relaciones.
Por tanto es muy difícil, extremadamente difícil su destrucción. Cuandoha nacido en las personas que se aman, estas disponen de unas elevadas garantías de permanecer unidas para siempre.

En el querer se unen las personalidades y los sentimientos se compartenen unas circunstancias afines, y ello hace que la vida se sienta a través del otro.
En el amor, se unen las almas en la fortaleza del espíritu, en una entrega generosa e incondicional para ser felíz con el bienestar del otro, sin importar mucho las circunstancias ni las condiciones.
El nacimiento del amor requiere de tiempo, se va abriendo paso por entre la personalidad, las satisfacciones y sobre todo a través de las adversidadesy los sufrimientos.
Es la victoria de la persona, de la pareja, en la plenitúd de su realización última.
Cuando la pareja queda alumbrada por la luz del amor, no existe espacio para el rencor, sino para el perdón, ni para los celos, sino para la confianza plena, ni para la rivalidad, sino para la colaboración, ni para la intolerancia, sino para la comprensión, ni mucho menos para el egoísmo, sino para la generosidad.
Entonces el verdadero amor es luminoso, esplendoroso, no ciego.

Enamorarse: orbita en los sentidos y en la sensualidad.
Quererse: en la inteligencia de los sentimientos y en el
                     equilibrio de la personalidad.
Amarse: en el Ser más profundo y verdadero que se manifiesta
                  a través de la conciencia, la razón superior de las persona y del alma.
Enamorarse, te deseo para; quererse, te quiero porque; 
amarse, te amo sin que, a pesar de.
Así Aristóteles, afirmó, "el verdadero amor es incorruptible
e inmortal, pero el querer es como la sombra, dura mientras
permanece el sol"-

DELINCUENCIA SENTIMENTAL.-

Para terminar estas reflexiones, deseo exponer el criterio de la
"delincuencia sentimental".
Resulta comprensible que una persona cometa errores al enamorarse o querer a alguien, durante el transcurso de unas relaciones que se vean abocadas a la suspensión o al fracaso, con el consiguiente malestar que de esto se deriva.
 Todas las personas normales no están excentas en algún momento de su vida a que esto le ocurra. Otra cosa muy distinta es cuando se ejerce la violencia afectiva o moral sobre una persona que ha abierto las puertas de su intimidad y de su corazón. Desde el mismo momento en que esto sucede ya esa persona merece, todo el  respeto y toda consideración que la ayuden a superar el disgusto o el sufrimiento que suele producirse.
El o la que fué recibido/a y permitido/a adentrarse en lo más íntimo de alguien, dónde tan sólo se ejerce un limitado control de los sentimientos y de las sensibilidades, queda en la obligación de retirarse de esa persona con el más absoluto respeto y cuidado de que el daño producido sea el menor posible y contribuir, de algún modo, a que lo pueda superar de la forma menos traumática posible.
Cuando ello no es así, y se ha creado un escenario de guerra de sentimientos y enfrentamientos, daños premeditados, ensañamientos, humillaciones, desprecios, bejaciones, etc. entonces nos encontramos en un entorno que opto por calificar como "delincuencia sentimental voluntaria".
Un delincuente sentimental puede ser alguien que, amparándose en el"amor", se siente en el derecho de secuestrar, timar, robar e incluso matar,dentro del corazón de quien con buena intención dejó entrar a su interior.
Secuestra, cuando anula imponiendo su voluntad y sus egoísmos, tima, cuando se presenta de una manera que no es, con sentimientos aparentemente sinceros, roba, cuando deja a la persona saqueada afectivamente con difícil capacidad de recuperarse, y mata, cuando la persona no vuelve a recuperarse jamás.

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