jueves, 30 de abril de 2015

                          ¿VIVE USTED ENTRE LA MIERDA?
                                                                              Dr. F. Antonio Bera Bautista
                                                                                              Psicólogo


"Quien no castiga el mal, ordena
que se haga" Leonardo Da Vinci


Recientemente se inauguró en el norte de Italia
el museo de la mierda (se ríe?, pues es verdad),
con finalidades en la industria energética.
Pero es en el conjunto de la sociedad y tal vez
en la propia vida donde mayormente se exponen
y abundan los más variados tipos de "excrementos"
representados entre las miserias y las hambrunas
de tantas personas que se creen que no son pobres
porque tienen medios para vivir "bien", cuando en
realidad sus infelicidades y sufrimientos llegan a
equipararse con las de los más pobres de la tierra.

La escala de valoración social que normalmente se
tiene asumida respecto al estar bien o al estar mal,
no suele corresponderse, rigurosamente, con la rea-
lidad en la que viven muchas personas, puesto que
los criterios de enjuiciamiento pueden llegar a ser
extremistas y superficiales.
En términos generales, si alguien se encuentra bien
de salud, tiene un trabajo, un techo, alimentos, un
entorno social, afectivo, familiar, aceptable, ello 
significa que debe estar bien y de lo contrario que
está mal.
Ciertamente puede ser así, enfocado relativamente
con la carencia de las cosas fundamentales para vi-
vir y las consecuencias de sufrimientos que produce.
Si se mira hacia abajo, donde las condiciones de su-
pervivencia son incompatibles con una vida normal,
o si se mira hacia arriba, donde los criterios de bienes-
tar no deberían ser relativos a lo peor, sino a lo mejor,
sin que se lleguen a tocar los extremos de ambas po-
laridades.
Frecuentemente existen confusiones, desconciertos
respecto a la felicidad de las personas.
¿De qué te quejas si lo tienes todo? salud, gente que
te quiere, trabajo...porque hay quienes no tienen ni
para comer, etc. además, los que tienen mucho tampo-
co son felices, o sea, a callar.

Es muy probable que muchos de los que se quejan,
aún teniendo lo fundamental para vivir, tengan so-
bradas razones para sentirse, con frecuencia, infe-
lices, y las culpas no son suyas, sino del mismísimo
diseño de la naturaleza humana, que está contemplado
para la complejidad, potencialmente perfectible, y 
no completamente para lo simple y lo cotidiano que
exige la supervivencia.
Digamos que con respecto a la línea vertical del po-
tencial de proyecciones contenido en la naturaleza
humana, el concepto de bienestar y de felicidad, se
muestra altamente exigente, y cuando la vida no
transcurre en un cúmulo de vivencias que estimulen
el diseño de ese potencial, quedándose en la super-
ficialidades, es previsible que se produzcan pesadum-
bres, incomprensibles para el que las sufre e injus-
tificables para quienes les rodean.

En un mundo plagado de dificultades, de males, suelen
ahogarse las posibilidades de que una persona empren-
da el camino hacia la conquista de los niveles elevados
de su condición humana, donde se encuentran los me-
jores recursos e incluso las virtudes, capaces de gene-
rar bienestar pero de calidad, ello debido a que gran
parte del tiempo y de las energías se emplean en lograr
tan sólo sobrevivir, o a lo sumo, demarcarse de caer
en la pobreza, en la miseria, de las que se huye frené-
ticamente y a toda costa posible, porque son condicio-
nes consideradas, lógicamente, como devastadoras 
para poder alcanzar el bienestar anhelado.

La creencia del que los pobres son felices, considero
que es una afirmación más romántica y banal que rea-
lista. Los que creen ver sonrisas de felicidad en medio
de las hambrunas y las desnudeces de todo tipo, se
equivocan en su interpretación, puesto que a ellas lo
que subyace es inconsciencia, ignorancia, indiferencia
que bloquean e imposibilitan el desarrollo del potencial
de la propia naturaleza humana, socavando las bases
desde las que se produce la dignidad, el decoro, el 
desarrollo de su destino y las posibilidades reales para
ser felíz.
Por tanto, la miseria, la hambruna, la pobreza, son 
más compatibles con esferas dantescas que con 
la felicidad de cualquier ser humano, de cualquier lu-
gar en donde habite. Porque en realidad son las esfe-
ras más profundas de vivir en la mierda.

Pero tambien este destino puede estar igualmente im-
pedido en las personas  que sí disponen de todo lo
necesario para vivir con comodidades.
¿Y por qué no son felices, si no son pobres?, es que sus
pobrezas son otras, igualmente lacerantes, a diferencia
que estos últimos son pobres de solemnidad, que los
 hacen vivir también entre la mierda, esforzándose días
 tras días en taparlas con un trabajo, con frecuencia humi-
llante, con unos ingresos injustos y hasta miserables,
que tan sólo les permiten saciar deseos y frenar malestares.
Siempre girando en torno al biologísmo, rutinas tediosas,
alternadas con algunas que otras actividades, recrea-
tivas, de ocio, de diversión, muchas de ellas de du-
dosa calidad constructiva.

No serán hambrientos de alimentos, pero tal vez pobres
y miserables, que corroen cada día su espiritu, su men-
te, su inteligencia. Delegitimándo así las condiciones
que le dignifican como persona.
¿cuáles son las maneras por las que se producen estas
cosas y pueden llevar a una persona a vivir entre la
mierda?, veamos: 
El enfoque de las relaciones con los demás se van 
desgastando basadas casi exclusivamente en intereses
mezquinos, normalmente ocultos, egoístas, de conve-
niencia con arreglo a las propias necesidades, que las
empobrecen y las hacen míseras, sin a penas posibi-
lidades de mejorarlas, por la escaséz de tiempo, can-
sancio acomulado después de duras jornadas de traba-
jo que provocan desinterés, desmotivación, y que el
poco tiempo del que se dispone es para sí mismo, y
con frecuencia mal compartido con la pareja, relación
esta en la que se suele poner en evidencia lo peor de
sí mismo, aprovechando el vínculo que produce el
enamoramiento, el "amor", la costumbre del estar juntos,
etc. para explotar y servirse del otro, satisfacer egoís-
mos encubiertos y se les tolere las insolencias.
Procurando que los pequeños momentos fugaces de
instintos y de pasiones, disfrazados de amor, se convier-
tan en razones emocionales fuertes para secuestrar
sutíl y apasionadamente la voluntad y los sentimientos
del otro, para ser expoliados las veces que se quieran,
esgrimiendo razones de amor, sin que falten las son-
risas y algunos que otros detalles para que no quepan du-
das de los buenos sentimientos.

Todo ello muy limitado a que siempre encajen las co-
sas a las reglas implícitas existentes en las relacio-
nes, que sin embargo, ante cualquier dificultad incom-
patibles con los intereses y las reglas, se producen
ofensas, agresividades, irreverencias, discusiones, 
palabras disonantes, rencores, desprecios, desplantes
etc.poniendose así de manifiesto cuales son las ver-
dades que se escondían en el corazón.

Permanecer estancado en una vida superficial, ma-
nipulando, en vez de cultivar, los valores como la
verdad, la justicia, la unidad, la libertad, la paz, la
armonía, mediante el ejercicio de comportamientos
carentes de toda ética y moralidad, justificándose
con razonamientos mentales monótonos, relativos
e inconsistentes, o mediante conductas degradantes
que destruyen los valores de la vida, normas, reglas
o principios afines a ellos.
Atentando así contra el respeto hacia sí mismo y la
dignidad humana, que hacen ahogar la vida de la
persona en mares de mierdas.

Además cultivar hábitos ineficases, obsoletos, de mal
gusto, deteniéndose exclusivamente, por ejemplo, en
estilos musicales en los que reina el vacío creativo,
poético e instrumental, en vez de degustar de las ex-
quisiteces y genialidades de los grandes maestros y
compositores de la música. Desarrollar nuevos inte-
reses y cultivarse intelectualmente en el arte clásico,
tradicional y moderno, asistiendo reflexivamente a
exposiciones, museos de ciencia, antropología, arte,
historia.
Pero pesa mucho una relación consigo mismo con
múltiples carencias educativas, falta de mobilidad
social, impotencias, dependencias, tras las que se
ocultan sentimientos de inferioridad y falta de valía
personal, que contribuyen a convertirse en un ver-
dugo de sí mismo, ofreciendo una amplia cobertura
al miedo, por ejemplo, ejerciendo una ciudadanía
opaca, turbia, indolente, fanática, deficiente en con-
ciencia crítica objetiva y racional, respecto a los
problemas fundamentales de la comunidad.
Contribuir con el voto de complicidad, a que ascien-
dan al poder políticos corruptos, incompetentes y de
más que dudosa credibilidad.

Haber agotado todas las formas de asombro, viviendo
como un convalenciente, pesimista, pesadumbroso, 
creyendo que se tiene la razón para justificarse, en
vez de dialogar, discutir soluciones y encontrar verda-
des que les induzcan a incorporar actitudes de creci-
miento personal. Más bien desconfiar de las intencio-
nes de los demás, siempre pendiente de lo que los otros
no dice, más que lo que dicen realmente.

No disfrutar de las cosas gratas de la vida, música, arte,
paisajes naturales, puesto que el mundo es un lugar
horrible, lleno de pobreza, enfermedades, desvastaciones,
y echar a perder así, cualquier momento de placer.
Estar seducido por la creencia de que cualquier tiempo
pasado fue mejor, porque el pasado es el lugar de opor-
tunidades perdidas, desperdiciadas o ignoradas.

Quejarse y quejarse. Hay que bailar algo negativo en
cualquier situación, y las quejas funcionan como re-
cordatorio valioso que los demás siempre están dis-
puestos a escuchar. Adoptando una identidad negati-
va de sí mismo, tanto física como mental y vivir de
acuerdo a ello, condicionando todos los aspectos de 
la propia existencia.
Si todo falla es culpa de algo  o de alguien, evitando
así toda clase de responsabilidades, puesto que llega-
do el momento de afrontar problemas y situaciones
difíciles, desanimarse, autosaboteandose de sentir la
incapacidad de alcanzar soluciones o lograr metas.
Pero en el fondo, entre todo ello se oculta el miedo
a las decepciones o al fracaso, refugiándose en el pe-
simismo, considerándose una persona realista, y así
nadie le convence para que cambie. Además, de paso,
negar el progreso de la civilización y los que se pro-
ducen en la naturaleza humana.

Guardar profundos resentimientos y rehusar perdonar
a los demás para vivir en la ira, el dolor y el odio.
Resumimos:
Si su vida transcurre en el tedio, la rutina sórdida, la
semi esclavitúd laboral a cambio de sueldo para super-
vivencia biológica y poco más. Reos de: Especuladores,
financieros, a los que les debe hasta el alma, a cambio
de cosas o de una "cueva" de ladrillos. Partidos polí-
ticos, basados en la mentira, la corrupción, con los que
ud. contribuye con su voto. Pareja, que le quiere, siem-
pre y cuando cumpla con sus intereses y exigencias,
secuestrándole la mayor parte de su vida, de su tiempo,
de sus emociones, de sus energías, a cambio de momen-
tos fugaces de placer, compañía y algunas que otras
diversiones. Gente que dicen ser sus amigos, siempre
que ud. sea útil a sus egoísmos. Del impedimento para
una vida cultural, social, que esté representada en la
riqueza educativa y en el de personas y relaciones que
aportan bienestar. De la desidia para el cultivo de una
inteligencia y la conciencia de una ciudadanía militante
en el desprecio de los basureros de instituciones y auto-
ridades públicas, responsables de tantas degradaciones
sociales. De la indisponibilidad y la desmotivación al
acceso activo y reflexivo a los escenarios del refina-
miento cultural, artístico, musical, científico.
De desavenencias, discusiones, conflictos familiares.
De especuladores y explotadores de los valores supre-
mos del espíritu, que los convierten en fanatismos,
espectáculos y pachangueos. Imposibilidad de disponer de tiempo para sí mismo,
puesto que este se evapora en cosas futiles, para la
edificación y puesta de manifiesto de cualidades y
virtudes, en encuentros consigo mismo que favorezcan,
su singularidad como indivíduo, como persona.
Si su vida se enmarca dentro de estas perspectivas, 
entonces, perdone que le diga, es que no caben dudas,
ud. vive entre la mierda, si, así de claro, entre la mierda.

¿o ud. tiene otra manera para decirlo? Si es así, ya sabe,
dígalo, pero a los cuatro vientos, que entonces, más
mierdas les caerán encima.
Vamos, digo yo.



Gracias por vuestra atención.

         
                                                                               

viernes, 17 de abril de 2015

SERPIENTES ENTRE PÉTALOS DE ROSAS.-                              ¿QUIÉN TE DIJO TE AMO?

                                                                                           Dr. F. Antonio Bera Bautista
                                                                                                          Psicólogo
     "El mundo no está amenazado
        por las malas personas, sino
        por aquellas que permiten la
        maldad" (Albert Einstein)
                                                         
                                                                                                    

Los vínculos de intimidad tienen gran poder para
conmover emocional y mentalmente. El yo de cada
quien se integra en el tú, originandose el nosotros, puer-
ta de entrada hacia la felicidad, el bienestar, el amor,
o lugar especial para las peores amarguras o grandes
sufrimientos.
Las relaciones sociales, superficiales, limitadas por
las distancias, las conveniencias y la utilidad, no ofrecen
esos riesgos. La conquista del otro no es una finalidad,
más bien gira en torno a la simple aceptación, el rechazo,
etc. en los diferentes niveles en que se interactúa.
No hay una apuesta por el otro, ni un desafío para rom-
per las barreras que separan los vínculos sociales. El
estremecimiento, la conmoción personal no se produce.

Es tan sólo en el poderoso vínculo de la intimidad donde 
es posible que dos personas beban juntas en manantia-
les de alegrías o ardan en volcanes de fuego y desdichas.
La intimidad es donde residen los más preciados valores
personales que caracterizan un ser humano, expuestos
a ser fortalecidos o destruidos, a través de los vínculos
trascendentes que se ofrecen en la familia, en la amistad
y en el amor.
Verdaderos rosales, jardines de nuestras vidas en donde
habitan nuestros sentimientos más nobles y emociones
confortantes. Todo el que desee entrar en el, le pedimos
que lo haga con un ramo de virtudes entre sus manos y
de buenos propósitos, que fortalezcan nuestros senti-
mientos y hagan felices nuestros corazones.
Es lo que esperamos y deseamos de un amigo/a, y más
aún de un gran amor.
Pero hay quienes acceden al jardín de nuestra vida
con rosas, tan sólo rosas, y hay quienes se cuelan con
esas mismas rosas, pero ocultando serpientes entre
sus pétalos. Como si se tratara de un "kamikaze" que
lleva explosivos atados en su cintura para hacerlos
estallar una vez que está dentro.

A quienes esto le sucede, quedan marcados para siem-
pre, heridos en lo más profundo de su ser y hasta heri-
dos de muerte. Pero yo os pregunto, ¿existe alguien
a quién no se le haya colado un "kamikaze" que hizo
estallar en su interior una bomba que pareció ser una
rosa?.Un amigo que en realidad no no era, un amor que
hasta había jurado era de verdad.
Los efectos de este fenómeno suelen ser devastadores,
porque se haya renegado de un compromiso de lealtad,
fidelidad, que debió ser guardado, puesto que se ha 
confiado en esa persona y ha actuado de manera con-
traria a la esperada para dar pié a una traición. 
Una de las traiciones más antigua que jamás se haya
documentado es la de juda iscariote, otra muy famosa,
la de bruto, destacado senador romano y amigo íntimo
de julio cesar que conspiró contra él.

Podemos acceder a la intimidad de forma fraudulenta 
con acciones contrarias a la verdad y la rectitúd, en
perjuicio de alguien.
La supervivencia requiere aprender a confiar en los
demás. Las relaciones de amistad, de amor requieren
alta dosis de confianza. 
Pese a la prudencia y a la prevención, asumimos ries-
gos, aventuras, tomamos decisiones, basándonos en
la confianza que ponemos en los demás, en la vida
misma y en nosotros mismos.
Otra cosa distinta son los resultados, las consecuencias.
Un factor importante para confiar en los demás, es 
la sinceridad, como modo de manifestación sin menti-
ras ni fingimientos. Entonces surge la credibilidad, que
va unida a la verdad, a la capacidad de ser creído,
puesto que el fundamento de la credibilidad es la ho-
nestidad. No es compatible la amistad con la mentira
y la falsedad, puesto que se retira la confianza y a 
continuación la persona. Lo contrario, si somos sin-
ceros, coherentes y respetuosos.

La manipulación de una persona es la degradación
a su propia dignidad, reduciéndolo a ser una cosa.
"Te uso mientras satisfaga mis placeres, mis caprichos
e intenciones ocultas."
Quien parte de esta premisa es un/a pobre miserable,
criminal de los sentimientos, "kamikaze" del corazón
ajeno. Un manipulador/a, explotador/a de sensibili-
dades e ilusiones.
Resulta ser uno de los peores delitos que se comenten
a diario bajo la túnica del amor, con el propósito de 
que el manipulado no se percate de las verdaderas
intenciones del manipulador.
Se juega con las verdades, valores, e incluso hasta
muchos de estos se demuestran para conseguir la
máxima distracción de la víctima, que con frecuencia
se le ve aturdida por la duda cuando pretende esca-
par del manipulador, quien, tal vez, le ha jurado amor
y respeto, para que no consiga deshacerse de él.

Para ello se muestra extraordinariamente hábil para
manipular las palabras que seduzcan la inteligencia
y la voluntad, la sexualidad, como falsa demostración
de amor verdadero y los valores fundamentales para
demostrar falsamente nobleza y buenas intenciones.
Con todo ello se consigue arrebatar las fibras más
íntimas de un ser humano.
La intimidad da un amplio cobijo a la confianza en 
el otro bajo la creencia de la seguridad, la firme 
esperanza de que las actuaciones sean consecuentes
con lo que esperamos y luego no sea así, predispo-
niéndose con ello al derribo de algo hermoso que
se había levantado en el interior vinculado a esa per-
sona, originandose así el defraudamiento, es decir,
la pérdida de confianza, de la esperanza que ha sido
violada. O bien una mentira, que implica un engaño
intencionado y consciente, sea a través de actos de
mentira como fingir o simular, o utilizando el acto
más grande de mentir que es la calumnia, imputación
de falsedades como forma de injuria y difamación 
que dañan la reputación personal, en deshonra, des-
crédito o menosprecio.

También aquella mentira tóxica, mediante el fingi-
miento de cualidades o sentimientos contrarios a
los que verdaderamente se poseen. Dando opción
a la falsedad, que es falta de verdad o autenticidad,
lo que se opone a la verdad.
Hemos podido confiar en cualidades reales y demos-
tradas, pero estas fueron interrumpidas, desplazadas
por la acción de defectos dañinos o hirientes, entonces
se produce así la decepción, que sucede cuando una
verdad se rompe, se destruye, una verdad que de
repente no es. El impacto es terrible y sus efectos son
muy dolorosos. Puesto que teníamos una certeza y
no cabía la más remota posibilidad que dejara de ser 
y de repente no es. Un amor una amistad que sí fué
verdadera y deja de serlo. A diferencia de una desi-
lusión , que se sufre sobre algo que no existía, sobre
una fantasía. Las ilusiones crecen solas y las certezas
no crecen solas. Las desilusiones pueden ser nece-
sarias, las decepciones jamás son necesarias.
Las decepciones apartan el suelo bajo los piés.

Cuando destrozas una certeza que otro tenía sobre ti
y que tú habías asumido como propia, o cuando des-
cubres que no eres como pensabas, que eres peor
de lo que creias, entonces te decepcionas a tí mismo,
ello no es desilusión.
Decepcionarte a tí mismo es entrar en el foso de la
desesperación, y sólo saldrás si alguien que te apre-
cia mucho, que sobrevive a tus decepciones, te
ayude. Pero si la intimidad ha sido violada, no por
certeza, no por medio de mentiras, entonces no ten-
drás que desilusionarte, sino, desengañarte ante todo.
Que consiste en salir del error, del engaño en que
te encuentras. Dejar de creer en ese algo que como 
argumento ha oscurecido tu mente y bloqueado la
razón.

También se puede acceder a la intimidad fingiendo
virtudes, sentimientos, cualidades que no se tienen,
y es cuando se es víctima de la hipocresía. De hecho,
la palabra deriva del griego hipocrités, que significa
actor o actríz. O sea, que una persona con grandes
capacidades de simular, de disfrazarse, para mostrar
solo aquello que desea se vea, y al mismo tiempo
ocultar aquello que no quiere sea conocido, sus in-
tenciones y verdadera personalidad.

Entonces, ¿quién te susurró al oído te amo?

¿La mentira? ¿La hipocresía? ¿La traición?
¿El engaño? ¿La falsedad?

Posiblemente a cada quien una diferente, o varias 
de ellas. Piense Ud...y...¿quién accedió a su inti-
midad con un ramo de rosas entre sus manos
que dentro llevaban ocultas serpientes entre sus
pétalos? Serpientes...si..tan sólo eso...¡serpientes!



Gracias por vuestra atención

martes, 14 de abril de 2015

                               ¡MALDITA CORRUPCIÓN!
                                                                       Dr. F. Antonio Bera Bautista
                                                                                                                  Psicólogo


"A los que se pavonean de un bienestar
ilícito, conseguido a expensa de la miseria,
la corrupción, el engaño, mucho antes de
ser condenados, ya viven en la condenación,
porque ellos son la verguenza y el oprobio
de los pueblos". (F.Bera)




Ya hemos dicho que "los denunciadores de las barbaries no
podremos acabar con ellas, pero si romper con la compli-
cidad que ofrece el silencio".
Ahora os presento a una banda que actúa como "asesinos
de las personas", como "criminales contra la virtúd", como
protagonistas de "la gran estafa", como ángeles de los "parai-
sos de los infiernos", como demonios con el yo sobre-
dimensionado" (todos títulos de artículos que he publicado
en este blog), sociópatas del capitalismo, "terroristas" que
atentan contra la justicia y la paz social: LOS CORRUPTOS.

¿No es eso llamar a las cosas por su nombre? o ¿cómo lo
decimos?  ¿con un montón de palabrerías que lo que hacen
es polvorear la impunidad en las que viven?
No, no, de eso nada, vamos con el hacha en la mano, para
descubrirles la verguenza a estos canallas.
La corrupción es una epidemia cuya señales se dejan ver
cada día en los periódicos.
A muchos de ellos se les ve a diario en los medios de comu-
nicación de todo el mundo, enfundados en trajes de hono-
rabilidad, denunciados por la expresión de sus rostros,
reconocidos por sus pueblos, sus vecinos, los ciudadanos,
conocidos, que dicen con ironía:"mira este..." ya que
todos son sabedores de que los puestos y bienestar de 
los que ostentan, están levantados sobre los lodos de engaños,
corruptelas, robos, maldad sin límites ni pudor ninguno,
esquivando tribunales, sobornando, pero sólo a los que se
sientan en sillas podridas de madera, pero jamás a los
erguidos en los tronos de la verdad.

Se les ve haciendo de la miseria su botín "comiendo a 
diestras y se quedan con hambre, devorando a siniestras
y no se sacian".
Son ellos, junto con los terroristas, las dos grandes escorias
de la humanidad, por sus robos, retener injustamente el
bien ajeno, defraudar en el ejercicio de actividades eco-
nómicas y administrativas, pagar salarios de miseria, mani-
pular los precios de las cosas, saltarse las reglas éticas de
la sociedad, sobornar, interferir o adulterar la acción de 
la justicia, atentar contra la dignidad de las personas, co-
rrompiendo menores (pedofilias, abusos sexuales), pros-
tituyendo mujeres, defalcando a pueblos enteros utilizan-
do las instituciones públicas para el beneficio propio, en
el sector de la política, socavando su legitimidad. 
Además del amplio espectro delictivo de empresas y
organizaciones financieras, amparadas en normativas
dictadas por sus colegas y beneficiarios de la corrupción.
Una verdadera legión de criminales, enemigos de la
humanidad, que van destruyendo a su paso los valores
de honestidad, solidaridad, justicia, caridad.

Este es un ejemplo de los desastres que van dejando
a su paso. Un informe del programa de naciones unidas
para el desarrollo humano de 2014, dice que uno de
cada cinco habitantes del mundo viven en situación
de pobreza, es decir, 1,500 millones de personas, y
que el 20% de la población mundial detiene el 90%
de la riqueza. 
La desolación, el chabolismo, la mortalidad infantil,
el desempleo, los barrios ruinosos de niños desnudos
y descalzos, el hambre, la miseria, todos estos males
se les ha maquillado tradicionalmente que están cau-
sados por un montón de factores, muchos de ellos
culpabilizantes a las víctimas, cuando en realidad,
el fenómeno que lo produce, lo fomenta y lo sostiene
es la corrupción.

Los países pierden grandes sumas de dinero por sus
acciones delictivas, que es el pueblo quienes las
paga, cayendo el peso sobre los humildes y trabaja-
dores. Hundiéndolo más en la estrechéz, en la miseria,
mediante recortes de ayudas, derechos e inversiones
para el desarrollo.
Aniquilándo psicológicamente, moralmente, hasta el
extremo que muchísimas personas destruyen su
jerarquía de valores y principios, terminando por 
aceptar, ya vencidos y oprimidos, como algo normal
de la vida pública, que conduce a bastante gentes a
convertirse posteriormente, en corruptos más, pro-
fundizando y alargando, de ese modo, la magnitúd
del problema.

Los altos beneficios económicos que obtienen los
corruptos, de concesión de obras y servicios, van
acompañados de una falta absoluta de control de la
calidad en materiales, especificidades técnicas o de
seguridad. Generando grandes cantidades de dinero
opacos que incrementan la economía sumergida, so-
bre precio en las obras o servicios pùblicos, produ-
ciendo mayor carga fiscal para el conjunto de los 
contribuyentes, y yendo a parar a los paraísos fis-
cales bajo bandera de los países ricos. De ese modo
se impide la libre competencia, generando ineficacia.
La obsesión por la riqueza y el poder, hace que se
desentiendan de cuestiones sociales como la educación
y la salud.

El deseo de bienestar de un país aumenta cuando se
observa que los fondos no terminan en los bolsillos
de funcionarios corruptos.
Así, un país que reprime con éxito la corrupción, es
mucho más legítimo entre sus ciudadanos y genera
estabilidad y confianza, con una justicia igualitaria
e imparcial.
Según un informe de la ocde, las empresas que más
sobornan a funcionarios extrangeros, pertenecen a
cuatro sectores principales: 1. La industria de extrac-
ción (como la minería), 2.de la construcción, 3.del
transporte y almacenamiento y 4.de información y
comunicación, y que la mayoría de las veces se so-
borna para tener contratos públicos ventajosos.

Existe la creencia de que la corrupción es mayori-
tariamente más influyente en los países que están
en vía de desarrollo, pero también se produce un
porcentaje alto de casos en países de elevado nivel
de desarrollo, con la diferencia de que en los prime-
ros existe mayor impunidad y en los segundo se 
juzgan y persiguen con cierta eficiencia.
Según un informe de la ocde, Estados Unidos aparece
como el país que más sentencia tiene contra sobor-
nos internacionales despues de alemania y corea
del sur. El 95% de los sobornos fueron dirigidos a 
funcionarios públicos, por eso la corrupción en el
sector público sigue siendo uno de los mayores
desafíos a nivel mundial.

En enero de este año, diversos documentos confi-
denciales que salieron a la luz pública, han reve-
lado la existencia de 22,000 clientes de paraísos
fiscales provenientes de china y hong kong, incluidos
numerosos lideres del país. 
El índice de percepción de la corrupción (IPC) es
elaborado todos los años por Transparencia Inter-
nacional, y clasifica los países según el grado de
corrupción percibido como existente en los fun-
cionarios públicos y políticos.
Dinamarca y Nueva zelanda, países con percep-
ción de corrupción más bajos y más alto somalia
y corea del norte.
La revista Forbes considera a mexico como el
país más corrupto del mundo, pero que no se com-
bate ese mal porque se le ve como aceite de la
maquinaria económica.
Se demuestra también, que cuando líderes y fun-
cionarios abusan de su poder para usar fondos
públicos en beneficio propio, el crecimiento econó-
mico se ve mermado y los  esfuerzos por frenar la
corrupción quedan frustrados.
Por su parte, terra organizó un top de los diez paí-
ses con mayor cantidad de casos probados de 
corrupción y Nigeria quedó primera.
Hay un creciente número de fondos de inversión
y empresas con planteamientos o códigos éticos,
que eluden cualquier vestigio o riesgo de corrup-
ción, por la inestabilidad política y social que 
ello puede conllevar.

En españa, desde la aprobación de la constitu-
ción española, en 1978 hasta nuestros días, la
corrupción ha sido una constante, pervirtiendo
el sistema democrático y debilitando la confianza
de la sociedad en los representantes públicos.
Resulta bochornoso que dos expresidentes del
FMI estén procesados por la justicia, uno por
"putero" y otro por corrupto. Terrible.
El más amplio ha sido el llamado caso "Gurtel"
por el que se han descubierto cientos de millo-
nes de euros en paraísos fiscales.
En los últimos años han habido más de 1700 casos
relacionados con la corrupción y más de 500 impu-
tados o investigados, de los cuales únicamente un
poco más de una veintenas han sido condenados y
enviados a prisión.
Pero en españa, los ciudadanos no afrontan ni
sancionan suficientemente el fenómeno de la
corrupción, como muestran los últimos resulta-
dos electorales. Políticos imputados por causa
de la corrupción han sido mayoritariamente ree-
legidos. Aúnque los últimos sondeos advierten 
del final del bipartidismo, como consecuencia
del castigo ciudadano a la corrupción.

Ya en la biblia los profetas invitaban a reflexio-
nar al pueblo testarudo para que ligaran sus
acciones a las consecuencias que se sufría.
Si nos alineamos con el profeta isaias, según la
luz,"que sepan los corruptos que su altanería sería
humillada, que terminarán entre las grietas de las
rocas y las hendiduras de la tierra.
Encontrarán debajo de sus pelucas, rapadura, y
debajo de su hermosura verguenza, cuando la
justicia lave sus inmundicias. Tropezarán, se
estrellarán, caerán y serán atrapados y presos,
para los que sólo habrá cerrazón y negrura.

Serán pastos del fuego, angustias y apuros les
sobrecogerán, humillando su soberbia. Terminan-
do como gacelas acosadas y ovejas que no tienen
quien las cuide.
Porque les llega el día de la perturbación, del extravío,
el aplastamiento, de lloros y lamentos. Después de
haber huído durante largo tiempo de la espada y el
arco tendido de la justicia, ajenos de las pesadum-
bres que les esperaban.
Bestias terrestres arrojadas como brotes abomina-
bles, como cadáveres pisoteados, sin que sus llan-
tos y gemidos encuentren consuelo alguno, a la
vez que se escucha sus voces como espectros que
salen de la tierra y desde el polvo, sus palabras como
susurro quebradizo. Listos para convertirse en delicias
de aves carroñeras y pastisal de rebaños.
Porque se levanta el velo que ha cubierto a los pueblos
de ignorancia y desidia, y los cautivos por vosostros,
por fín rescatados por la justicia, valientes guerreros
que quiebran la vaina de los malhechores y el bastón
de los déspotas, con los que ellos golpeaban al pueblo
con sañas, acosándolos sin tregua, dejando vacío el
estómago hambriento y privando de bebida al cediento.

Legiones de malvados que han consumado sus malda-
des traspasando leyes, violando normas en la orbe de
la malicia para atesorar y almacenar. Poniendo la men-
tira y el engaño como refugio. Escondiéndose para
efectuar sus delitos, y en las tinieblas, diciendo, ¿quién
nos ve? pues allí en la oscuridad de sus tinieblas hasta
los ojos de los ciegos los verán. ¿A quién acudirán para
pedir socorro? ¿ A dónde dejarán tanta crueldad? 
Cuando caiga por tierra su corona de arrogancia que
ellos (los corruptos) creían inaccesible".

Gracias por vuestra atención.