domingo, 24 de noviembre de 2013

                                BAJO LA LUZ DE LAS ESTRELLAS.-
                                                    DR.F.ANTONIO BERA BAUTISTA
                                                                              PSICÓLOGO
                           
                "Mientras sopla la brisa del día
                y las sombras se desvanecen...
                sé como la gacela o el jóven
                cervatillo en los montes perfumados"
                (El Cantar de los Cantares).


¿Triste? ¿decepcionado? ¿entre las tinieblas de los miedos?
¡Ilumínate!
El ENTUSIASMO, incandescente sensación que te abre a la vida,
hacia el porvenir, para continuar cuando aparentemente el final
ha llegado y aún permanece la sombra del ayer.
Es un hálito de esperanza que convierte en cenizas tus malos recuerdos, para lanzarte victorioso hacia la realización de lo que te parecía imposible, y te das cuenta que tan sólo era una fuerza dormida en el silencio de su descanso, ahora rocio del alma que te levanta cada día, con aguerrido fulgor que convierte tus esperanzas 
en oleadas de pasiones. Así, las distancias se acortan, el tiempo es eterno y las sombras se desvanecen.
Brote primaveral de los sentidos que consigue ahogar las tristezas en la magia de su vitalidad, de sus encantos, agitando la nobleza de tus ideales que palpitaban en el fondo de tus realizaciones.

Aún cuando tu vida se refunda con el horizonte, porque se ha rebosado la copa de su sentido, en la longevidad, aún permanece gozoso el entusiasmo, ahora en el alma de un caminante que apacible reposa en la meta de su destino.

Es en la VOLUNTAD, donde encuentras el impulso para actuar y, a través de ella, te vinculas productiva y creativamente con la vida.
Fuerza motríz que sigue el rastro, sin perderlo de vista, de las ilusiones y las ansias de realizaciones. Hace posible el logro y acerca las metas más lejanas.
La pereza, el pesimismo, la pasividad, destruyen sus resortes, pero cuando se hace fuerte, trasciende obstáculos, se resiste al fracaso para templarse en las grandes realizaciones, al calor de las llamas de las ESPERANZAS, voluntad anticipada, vida no vivida, vida que tienes por vivir.
Si la vida es un camino, la esperanza es su luz. Si pierdes la esperanza, se oscurece el camino. Ella es el no  ser esperando que sea, solución de aquello que no la tiene, porque renueva la confianza en tí mismo, impulsado por la fé en lo irrealizado.
Pero es el amor el alma de la esperanza, por eso ella es amor condensado, por alguien, por algo, por tí mismo. 
Cuando eres defraudado por alguien a quién amas, te duele, porque sencillamente pierdes la esperanza.
Anticipo de felicidad, negación de realidad que espera afirmarse en la gratificación, dónde encuentra su sentido de continuidad.

Cuando lo esperado, aquella cosa o persona que tan sólo pensarla te hace felíz, viene en dirección contraria a la esperanza, entonces ésta se desvanece para dar paso a la aflicción.
En su esencia, la vida ni es pasado, ni es presente, es esperanza, la esperanza del amor, de la alegría, de la paz.
El AMOR, como horizonte de camino que exige de la perfección.
Cuando éste avanza, no admite retenciones, tampoco exigencias, porque se transmite sin pedirse, se comparte y es cuando permanece, para recibirse cuando no se espera.
Como canal de manifestación elige la conciencia y como forma de expresión, la belleza.
Se hace presente en el intercambio de entendimientos y solidaridad.
Vibra en la música, parla en el arte y se perfecciona en la espiritualidad. No sea ud. mal conductor de la energía del amor, porque podrá empezar amando, continuará poseyendo y terminará odiando. El amor escapa a la violencia y se levanta victorioso allí donde se exalta la vida, los pensamientos creativos y las conductas inteligentes.

Fuerza humanizante que se expresa con pasión en la persona apasionada, con adoración cuando te entregas por completo.
Amar es aportar, lo que no es amor entraña dolor. Cuando amas eres felíz. El sufrimiento continuado lo marchita y lo quema.
No permanece junto a la destrucción, porque su esencia es vida en
creciente, que alumbra esperanzas, tonifica la ilusión y provoca irremediablemente la alegría.
Horizonte de camino que exige de tu perfección, de lo contrario muere antes de que empiece avanzar. Energía sutíl, escurridiza, delicada, que penetra en todos los planos de la existencia, de la naturaleza, tanto si está en el cielo como en la tierra, en el cuerpo, en la mente o en el alma.
Por tanto, no es ciego, es profundo, luminoso e inteligente. Cuando lo sientes de verdad, amas hoy y amas siempre.
Son muchos los que mueren cada día, en cada suspiro de desaliento y esclavitúd, sin amor, sin LIBERTAD, no puedes evolucionar, porque la vida es expansión, apertura, dinamismo. Ella, sin libertad es vida muerta. 
Son muchas las cosas que promueven tu liberación, pero son más las que promueven tu esclavitúd. 
La libertad es pues tu meta, es recompensa, cuando avanzas perfectiblemente en pensamientos, en espíritu, en acción.
Empieza con el acto de la reflexión. En el mismo momento en que te cuestionas, empiezas a ser libre. Puede iniciarse como una intuición, después una vivencia, una manera de ser, una forma de vivir. Entonces es cuando se es y se tiene la libertad.
Por cada barrote que rompes de la celda interior, enciendes una luz en el camino que transita hacia la libertad, ya como fín profundo y sublime de la vida, jamás se detiene y permanece para siempre.

Entonces podrás ser CREATIVO y abordar lo habitual como algo diferente, enlazando productivamente el presente con el porvenir.
Jugar a hacer cosas diferentes , imaginar como si... o bién sentir en razón de lo que se quiere y no en función tan sólo de lo que se tiene. Porque allí dónde terminan los sueños y se detiene la vida, falta creatividad, allí donde todo es igual y el devenir marca el paso del tiempo, falta creatividad. Su impulso inicial lo marcan la intuición y la espontaneidad, que te abren nuevas posibilidades, para abordar la vida en medio de mareas de sueños e ilusiones, es la creatividad tu barca, que navega hacia donde se combina lo real con lo ilusorio y lo imposible se hace realidad.

Pero antes que la vida misma, ya es la SENSIBILIDAD. Te facilita la conciencia de tu propia identidad, la percepción manifiesta del otro y hasta el contraste de matices que se intercambian en las sensaciones de los colores. 
Timbra tu condición humana porque te aleja de la fría contemplación, del vacío, de la indiferencia.
Antes de  que tus pensamientos sean imágenes y la palabra sonido, ya es la sensibilidad. Importantísima capacidad de reacción, tan íntimamente unida al diseño fisiológico de tu cuerpo, como a la volátil esencia del alma.
Hilo fino que une tu vida desde la gloria del éxtasis hasta la densa frialdad del absurdo. Entonces, podrás DIVERTIRTE, que es como decir sí a la vida en cantos de sutiles notas de placer. Ser constante en su búsqueda, en la sucesión de instantes que deleiten tus sentidos.
Es una hermosa actividad que mueve la sensualidad del espíritu, en un juego de luces, que por momentos, transforman tu piel   y te hace retornar a la ingenua candidéz que guardas en tu interior.
Son momentos fantásticos de sonrisas y alegrías. La diversión flamea las emociones en ardientes hogueras que trenzan los sentimientos, paraíso del alma donde la tristeza no es posible.
Divertirse en cuando hoy ya es mañana y la vida nunca se detiene en la duda, porque ante ella el temor se desvanece, deslumbran tus miradas fulgurantes, que, junto a su luz,parecen atravesar las barreras del tiempo y del espacio.
En la danza del paseo se inicia el ritmo de su búsqueda, su influjo resuena en las fibras nerviosas que timbran las emociones, y al unísono de sus ecos, el corazón agita su ritmo. Anuncia la diversión, con su embrujo, las brisas del tiempo que dispara el espíritu hacia el espacio de las fantasías y el placer anhelado.
Dulce tormento del espíritu, allí donde surge, espolea la marcha del entusiasmo.¡Ay de aquél que ensombrezca su paso! arde en amarguras y el dolor irremediablemente le invade.
Sólo hace falta quererla, porque cualquier cosa, por llana que sea, nos hace sentir su vibración y hasta la paz de su agitada presencia.

Contornea el pensamiento en el desvelo de la imaginación capáz de descubrir sentido en las más oscuras contradicciones que se ocultan en las cosas. Con la elocuente sensualidad de su presencia, es dulce el camino y en sepultus la tristeza.
Divirtiéndote, entusiasmado, te abres al amor, que lanza su fruto a la aurora de la vida para que esta jamás se detenga.
Así, la vida adquiere un significado profundo cuando somos capaces de ser felices. El sufrimiento representa su principal obstáculo o la angustia de su ausencia.
Actúan como fuerzas impulsoras de la ALEGRIA, las ilusiones y las esperanzas y su razón de ser, el amor, retablo donde reposa la alegría. Fuente de energía que te posibilita vivir y luchar.
Cuando el dolor recorta las alas de su vuelo, sin haber empezado, sientes que a tu alrrededor ya todo ha terminado.
Fuego abrasador que se apaga lentamente, viento huracanado que se convierte en suave brisa, caudal de corrientes que abandonan su cauce y hacen crecer las hierbas que ocultan los caminos.
Aún así, a lo lejos la ves, la presientes, se acercan sus deslumbrantes destellos, juego de luces, silbidos de vientos que despejan horizontes que parecían perdidos y llegar allí donde antes te parecía que ni tan siquiera Dios lo había concebido.
¡Ilumínate! bajo la luz de todas estas estrellas. Que sean ellas las que cubran tus cielos, sendas, horizontes, allí donde esté tu presencia.
¡Vive! porque hay quienes están vivos pero no viven, hay quienes viven después de estar muertos, y hasta hay muertos vivos que jamás han nacido.






Gracias por vuestra atención.




                   

miércoles, 6 de noviembre de 2013

                    EL ESPLENDOR DE LA VERDAD.-
                                                     Dr.F.ANTONIO BERA BAUTISTA
                                                                                                     PSICÓLOGO

                  "LA VERDAD PUEDE SER ECLIPSADA,
                   PERO NUNCA SE EXTINGUE"
                   (Tito Livio, historiador Romano, 59 ac 17 dc)

     
"Conocereis la verdad y la verdad os hará libres."
Está muy bién esta frase, a todos nos gusta. Pero el proceso que re-
quiere la incorporación de lo que en ella se promete, su formulación
sería diferente. Es lógico que una persona cargada de prejuicios, creencias inamovibles, preconceptos, pensamientos equivocados, incluso acertados, pero asumidos con altos índices de intransigen-
cias, tendrá serias dificultades para enfrentarse a la verdad, peor aún, cuando la persona se convierte en un compromisario de tipo político, religioso o de cualquier referente seccionador de la inteligencia y del espíritu; de derechas, de izquierdas, de centro, evangelico, testigo de,adventis, musul, cienciólogos, mormón y centenares más. Sea cual sea la ventana elegida para asomarse a la realidad, en el momento en que esto se produce, ya la persona se sitúa detrás de 
unos barrotes, que lo van convirtiendo en la celda de un prisionero de sí mismo, con el que sólo nos entendemos si nos asomamos a sus
enrejados, y él a su vez tan sólo  reconocerá como verdadero todo lo que se mueva en el espacio de sus límites.
Una mente compulsiva para ver, entender, aquellas cosas que justifiquen los dictámenes de sus intereses, de sus creencias, de sus pasiones, se va estrechando, estrangulada entre los barrotes de las falacias, de los delirios, de las mentiras. Incapacitada para decir las cosas como son, afirmar lo que es y negar lo que no es, y convertirse de ese modo en prostíbulo de falsedades, de las que suelen dar muy buena cuenta de ello, los fanatismos religiosos, políticos, ideológicos, nacionalistas, etc. Todos ellos proclives a las idolatrías, deformando, adulterando, a diestra y siniestra todo cuanto acontece para dotar de razones sus postulados, y de rentabilidad sus ambiciones.

Es el escenario perfecto para hombres enfermizos que arrastran tras de sí masas enardecidas para cometer sus peores barbaries, vociferando a los cuatro vientos ser poseedores de la verdad, bién porque ellos lo dicen o porque lo dice uno de sus ídolos o porque ya está escrita en alguna parte.
No existe ningún hombre sobre la tierra que represente la verdad, ninguno, si, como lo oye, nin-gu-no. El es tan sólo un abanderado de su miseria y de su propia mezquindad. Con la diferencia de que unos se van revolcando en ella y otros sacan la cabeza para hacer arte, ciencia, literatura, música, pero ninguno queda exento de esa condición que les une a todos por igual.

Es muy ilustrativa la escena que se produce a comienzo del siglo I:
Jesucristo se presenta a sí mismo afirmando ser la verdad. Poncio Pilato, prefecto de la provincia romana de judea, le pregunta a jesucristo antes de condenarlo a muerte:¿qué es la verdad? Esta pregunta dirigida hacia aquél que de sí mismo decía: "yo soy la verdad", y El que por ser la verdad, callado, le devuelve a Pilato su pregunta: ¿quién eres tú Pilato, frente a mí, frente a la verdad?
Medite ud., por favor, la escena, es enorme.
El de la cruz a cuesta, era, según el cristianismo, la encarnación de la verdad, esto es, del mismísimo universo. Créalo ud. o no, pero en cualquier caso no nos consideremos con ninguna autoridad para dudarlo o negarlo.
La verdad, ni es política, ni es filosófica, ni es religiosa, ni es científica, son hechos, no sus explicaciones. La verdad es la verdad y esta se manifiesta con todo su vigor en la realidad misma.
Entonces, la frase con que empezabamos este artículo preferiría formularla así: "Sed libres y la libertad os hará ver la verdad".
Aquél, el de la cruz a cuesta, creo que estaría de acuerdo conmigo, que la verdad tan sólo se desnuda delante de la libertad.

El mundo en que vivimos, la tierra, es minúsculo comparado con el universo. Formamos parte de un sistema solar, perdido en un brazo de una galaxia que tiene cien mil millones de estrellas, pero sólo es una entre los centenares de miles de millones de galaxias que forman el universo. Imaginese ud. nuestra pequeñéz.
Quién fué primero, ¿el hombre o el universo? El universo, lógicamente, ¿no? ¿ o es posible imaginarse al hombre sin el universo? pero sí es posible concebir el universo sin el hombre.
Primero el escenario de la vida y luego toda las clases de vidas.
Si el hombre no ha podido ser el creador del universo, es el universo el que ha creado al hombre. Por lo tanto, este está y siempre estará sometido al universo, al imperativo de sus leyes.Su vida, su permanencia en el, dependen absolutamente de su medio, de la atmósfera, del sol, de los alimentos de la tierra, del agua, del oxígeno. El universo acoge, sostiene, desarrolla la vida y acaba con la vida del hombre pasado un tiempo. Con lo que el hombre es dependiente, vulnerable y efímero dentro del universo.
Tan sólo un invitado a participar en la celebración de la fiesta de la
vida. Como tal invitado, obligado a cumplir con las condiciones que les impone su anfitrión para que pueda alargar lo más y lo mejor posible su presencia en la vida, de lo contrario esta se abrevia, se destruye antes de lo que cabe esperar.
Si el invitado "se porta bién", tendrá más probabilidad de permanecer mucho tiempo, y si "se porta mal", el universo lo enferma y lo excluye de la vida mediante la muerte. Imponiéndole, así, su supremacía, su autoridad absoluta, quedándo el hombre como un ser frágil, dependiente, vulnerable, sometido al imperativo de sus leyes.
Entonces, ¿cuál es el poder del hombre?
Tan sólo el que pueda ejercer sobre los demás que le rodean a través de los mecanismos de los que él se ha dotado para destruir la vida [las armas], para someter y doblegar la voluntad de los demás
[las finanzas], para luchar, limitadamente, contra los agentes que amenacen el equilibrio de su salud [la medicina], para explicar y dominar,también limitadamente, las fuerzas de la naturaleza y las distintas adversidades que proceden del medio y que amenacen su supervivencia [la ciencia], y finalmente todos los recursos, medios, instrumentos, sistemas, herramientas, artilugios, con los que el hombre actúa sobre el medio para hacer la vida más fácil y cómoda
(la tecnología), y poco más. Infinitamente más pequeños que los poderes que el universo ejerce sobre él. Pobre hombre.

Entonces, ¿qué sentido y que valor tienen sus soberbias, prepotencias, respecto a sus ciencias, a sus tecnologías, sus religiones? absolutamente ninguno, salvo el sentido que adquiere en la estupidéz.
La vida del hombre con respecto al universo, sencillamente paupérrima. Condición inapelable que le exime de cualquiera modalidad de reverencia, endiosamiento, que vaya más allá del respeto, la gratitúd por todo lo bueno que haga para la paz, la convi-
vencia y el bién común.
Por lo que una actitúd de encumbramiento hacia no se sabe dónde ni por qué, sería intrínsecamente absurda, incompatible con las leyes (las verdades) que rigen la vida, implica incurrir en una falsedad (véase los llamados apóstoles, reverendos, profetas, caudillos, poseedores de poderes absolutos, y demás legiones de deflagradores de la verdad). Puesto que el hombre ensalsado pretende pasar por objeto original, imitándolo, atribuyéndose cualidades o poderes que tan sólo son atribuibles al universo, que es la totalidad del espacio y del tiempo, de todas las formas de la materia, la energía y el impulso, las leyes y constantes físicas que lo gobiernan.
Pero además de falsedad, es hipocresía, porque fingen cualidades 
o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se poseen,
Así que el hombre es lo que es y comparte inexorablemente las limitaciones que les imponen su condición humana con todos los que le rodean, sean estos héroes o villanos.
Si el universo es verdad absoluta e inmutable, en cuanto a la supremacía sobre el hombre, que núnca puede adornar la verdad absoluta, tan sólo es de su competencia la búsqueda y el conocimiento (siempre limitado como él) de la verdad, ni tan siquiera cuestionarla, cuando esta le desborda a todas luces. La que se manifiesta en las leyes de la naturaleza, la que explica firme y objetivamente las modalidades de funcionamiento de la vida misma en los múltiples escenarios, de manera perfecta e inmutable. La salida del sol, la muerte, las estaciones climáticas, la hora, la redondéz de la tierra, los bioelementos necesarios para la vida: carbono, oxígeno, hidrógeno y nitrógeno, los pequeños detalles como la unión del polen del estambre con el óvulo del pistilo que formará la semilla y su proceso de germinación para dar lugar a una nueva planta, mediante los condicionantes básicos para su desarrollo, temperatura, agua, oxígeno y sales minerales. 
Son verdades que no admiten argumentaciones, ni negación, ni relativismos, son independientes de lo que se piense o cualquier tipo de perspectivas desde la que se mire." Porque la verdad es lo que es y sigue siendo verdad aúnque se piense al revés".
Así con Aristóteles: "La única verdad es la realidad".
La falsedad describe la falta de verdad o autenticidad de un objeto o indivíduo, y la mentira, la tergiversación de la realidad de manera parcial o absoluta.
Como vemos, estamos rodeados más que de falsos y mentirosos.
Para el hebreo el término "emunah"significa confianza y fidelidad.
Las cosas son verdaderas cuando son fiables, fieles, porque cumplen lo que ofrecen.
Me pregunto, ¿no es únicamente el universo una emunah? ¿ o es el hombre la emunah del universo? ¿Ud. qué cree? 
"La fé en la verdad  es un hecho radical de la condición humana", ¿cree ud. que con esta frase, Ortega se refería a la fé de un hombre hacia otro hombre? Para San Agustín existía sólo una ley en torno a la cual se puede juzgar todas las cosas de conformidad con ella. Esa única ley a la que se refería San Agustín, ¿no cree ud. que es el eje que fundamenta la vida en el universo? ¿o es alguna de las leyes de la que crea el hombre?
Uno de los ejes fundamentales de la filosofía ha sido la distinción entre apariencia y realidad, aspecto central  en las reflexiones de los primeros pensadores, los conocidos como presocráticos, precursores de la ciencia moderna.
El principio unificador de los fenómenos y que está en la base de todas las transformaciones de las cosas, ellos le llamaban el Arkché de las cosas.
Demócrito, considerado como filósofo presocrático del siglo 470 a 370 a.c., fué el primero en afirmar que la materia está compuesta por átomos, y Dalton en 1803, afirmó que todos los elementos que se conocen están constituídos por átomos.
Los pensadores presocráticos comienzan preguntándose por el Arkché de las cosas, es decir, la posibilidad de que toda la realidad estuviera contituída en el fondo por una sustancia básica. Para Tales de Mileto el arkché es el agua ( ya sabemos que el 75% del cuerpo es agua), para Amaximandro, lo infinito o indefinido es el Arkché de todas las cosas, de la realidad (hoy se dice que el 90% del universo es materia oscura, es decir, que no podemos ver). 
Para heráclito, el fuego y que todo estaba en constante movimiento (las pequeñísimas partículas que forman la materia, los átomos, están en constante movimiento).
Por esto y por mucho más, Platón decía que las cosas que nos rodean son simples reflejos de la verdadera realidad, y Aristóteles , que la realidad sensible no es un hecho superficial, aparente o fenoménico, sino la manifestación de algo que tiene verdadera existencia y que puede ser penetrado por el conocimiento a fin de descrubrir su esencia, partiendo de la realidad, desde la experiencia a la razón (fundamento de la ciencia moderna).
Esta manifestación de algo que tiene verdadera existencia, a lo que se refería Aristóteles, y que podría ser accesible al conocimiento, es todo aquello que se forma a partir de átomos o moléculas, como estructuras formadas por la unión de dos o más átomos que comparten electrones, ya sea sólido, líquido o gaseoso. La piedra, la madera, el plático, el vidrio, el agua, el aire, es decir, todo cuanto tocamos y vemos. Así que los átomos se unen y forman las moléculas y las moléculas se unen para formar sustancias. Fijaos por qué cito esto, las cosas esenciales que ocurren en el mundo microscópico, allí en la esencia verdadera de las cosas, chispa de la vida, son orden, unión(equilibrio) e interacción. De ahí parte todo, esa única ley a la que se refería probablemente San Agustín.
El esplendor de la verdad,consiste en cumplir con esa única ley para vivir en sincronía con el universo, con Ud. mismo, y en unión (equilibrio) con lo que le rodea, tal como comparecen esos fenómenos de la vida, y "todo lo obtendrá por añadidura."

No necesita ud. más que eso para ser un Ser humano en el que el universo se digne de ud. Le aseguro que le sobran los agoreros y autoproclamados conductores de la vida de los demás, que en el momento que así se consideran, se convierten en representantes de las tinieblas, de la falsedad, del engaño, de la mentira. Aborrecidos por la verdad, que se refugian en la ignorancia, en la nobleza de la gente para seguir en la impunidad. 

Se dice, que un gran sabio recibió a una persona angustiada, desesperada, y le preguntó al sabio qué podía hacer para sentirse tranquilo y en paz, el sabio, muy sereno, escuetamente le respondió: "abre los ojos y mira", ¿tan sólo eso? , si, tan sólo eso basta._ 

Sea pues, valiente, huya de todas las religiones y sus jefes, corruptores de los cuatro manantiales sagrados recogidos en la "carta magna de la humanidad", donde todos ellos se ahogan, amborrachan y envenenan.
Desde la virtúd, empuñe la antorcha de la libertad la que ilumina todas las sendas del universo y enciende una por una las estrellas de sus galaxias, alfa y omega, testigo incuestionable de la única gloria que existe, sol inmenso, deslumbrante, resplandeciente...¡esplendor de la verdad!

Gracias por vuestra atención.