domingo, 21 de julio de 2013

              EL PODER DE LOS CONDENADOS.-
                                                                DR. F.ANTONIO BERA BAUTISTA
                                                                                                                PSICOLOGO

Cuando la libertad está secuestrada por alguna clase de poder fáctico, sea este de signo político, religioso o económico, la persona queda desposeída de uno de sus principales valores de su vida. Si esto se alarga y profundiza, la persona se desmantela, convirtiéndose en una sombra de sí misma , alejada del ejercicio de la razón y acorralada por la degradación progresiva de las dimensiones inteligentes superiores.
La percepción de la realidad también, en la misma medida , va sufriendo un deterioro, hasta convertirse en una víctima fácil para procedimientos de utilización, manipulación de fanatismos radicales y toda clase de oportunismos que impliquen la explotación del otro por intereses egoístas de opresores y depredadores de conciencias humanas.
La realidad, la suya propia, la de los demás que le rodean, y ya no digamos el sentido último y profundo de la vida, queda deformado, desvirtuado, estrangulado entre las marañas de su psiquismo y espíritu moribundo, listo para ser intrumentado para la propagación del mal. Así perfilar y fortalecer cualquier tipo de proceso que degrade, retrace o relentice la evolución de la sociedad hacia la justicia y la paz
Perdido el indivíduo libre, inteligente y perfectible, perdida la esperanza de un mundo mejor. Ahora integrado por masas vivientes en mano de legiones que hincan, justo ahí,todos los poderes que manejan las riendas de sus destinos, hacia la desvertebración, miserias, desigualdades y toda clase de injusticias que todos conocemos.
Es en base a esa realidad social por la que la mayoría de los representantes políticos se encumbran en los puestos de poder, casi siempre (¿casi?) después de haber estafado consciente y deliberadamente a sus votantes, a sus reos de la ignorancia y la inconciencia, da igual que se trate de los llamados países desarrollados o subdesarrollados, más o menos informados, mejor o peor comunicados por el desarrollo de las tecnologías de la comunicación. Aúnque nos encontramos en la era de la información, de facilidad de acceso a la información, de las comunicaciones, y sin embargo todo continúa igual o peor que hace cien años, en cuanto a los problemas fundamentales de la humanidad.
Los pueblos más inconscientes, más ignorantes, pese a la montaña de información capáz de acceder cada quién. ¿Se demuestra de la información es poder? ¿de qué? ¿para qué? Vea ud. por sus propios ojos como la ignorancia, la inconsciencia y la debilidad, están aún más vigorosas en el seno de las sociedades, dominadas y sometidas a los peores escarnios nunca antes conocidos. ¿Entonces, qué está pasando? ¿como que cada vez más y mejores informados, pero más ignorantes y más inconscientes, y peor aún, más degradados respecto a las condiciones fundamentales del ser humano.

Lo que ocurre es que si bién hemos ganado en acceso a a la información, también los poderes de siempre han multiplicado las capacidades de dominio de la población, el "débil" se hace más "débil", el poder, más poderoso, demostrándose que la información es poder, pero para el poder y por el poder.
El camino para que el "débil" se haga fuerte,no es de por sí la información, se ha demostrado muchas veces. Entonces, ¿dónde está el camino? pues mire ud., siga al fondo, todo recto, y cuando llegue al fondo, continúe...y se encontrará con el camino perdido y el menos transitado, que aquí voy a llamar: "El poder de los condenados", para afrontar y defenderte de todos esos que te prometen el cielo, como dijo mi admirado Nietzsche," ellos te prometen el cielo, yo te prometo la tierra", de todos los poderes de la egolatría, de la explotación de tus deseos, tus necesidades, tus esperanzas, de los que secuestran cada día tu libertad y verdadera razón de existir.
Si la conciencia y la inteligencia humana estuviera a un nivel mínimo de sus posibilidades, muchísimos gobiernos no existirían o habrían desaparecido.
Uno de los grandes, de los peores males de esta era de la comunicación, de la información, curiosamente, es que ha reforzado el aislamiento y el individualismo egocéntrico en aspectos importantes, el interés propio en detrimento del bién común.
Evolucionar hacia un estado de conciencia que integra la colectivización, eso sí te hará más fuerte, más poderoso para emprender la senda que verdaderamente hará evolucionar las sociedades, en luchas inteligentes para vencer a los depredadores, opresores que succionan casi todas las riquezas que todos producimos y que en justicia a todos nos pertenecen. Pero hay que superar los individualismos esforzados tan sólo en las necesidades propias. Empieza tú, este, aquél, aquellos y seremos más poderosos que todos los culpables de tantos males, de tanto dolor que aquejan a la humanidad entera, enferma y sufiente de injusticias.

La vida se reviste de un sentido dorado y luminoso y se llena de gloria, de poder, de fuerza, cuando viviéndola vamos integrando en ella el bién común.
Tú somos todos, todos somos tú, tu casa es el mundo, no sólo donde duermes y comes; tu familia no son sólo los que en vínculos de sangre forman parte de tí, sino todos los seres humanos que habitan a tu alrrededor, por distantes que estos se encuentren. Ello está inscrito en la esencia de la ley natural. No piense sólo como indivíduo, sino como humanidad; es mucho más interesante, confortante e incluso, mira que te digo, más divertido (y no vanalizo).  A eso se llama crear un estado de conciencia universal, que es en realidad, la conciencia individual que ha dejado de serlo como tal y que se ha topado irremediablemente con la de todos cuanto te rodean, cual río que se funde en el océano cuyas aguas dejan de ser y pertenecer al río, para ser parte del océano. El río es vulnerable y vencible, el océano es grande, poderoso e invencible, no puedes cambiar su cauce.

Cuando te esfuerzas en trascender el individualismo, pasa a ser una persona universalizada, que vence el yoísmo, para situarte en un estado de conciencia de humanidad, que se abre paso por sendas que trazan el verdadero sentido de la vida. Pero antes, y cada día abriendo todas las brechas de sensibilidad posible a lo que sucede en torno a tí y a los demás, siempre los demás, y así irás creciendo en cada una de las dimensiones de la conciencia, conciencia de familia, de sociedad, de pueblo, de nación, de humanidad, del planeta, del universo.
Los egoísmos individualistas corrompen, enferman y destruyen a la persona, y de paso toda posibilidad de que el mundo sea un lugar de auténticos progresos humanos, hacia los fines profundamente vinculados a lo que real y plenamente hace sana y felíz a las personas. Huye, pues, de la actitúd y del comportamiento del animal que percibe el medio como lugar exclusivamente de caza para su supervivencia, y que una vez cumplida esta finalidad, vuelve a esconderse en su refugio, sin importar nada más allá de su propia hambre. Así también, huye de un concepto restringido y pobre de ciudadanía, tan sólo para demandar derechos y beneficios personales, necesidades de supervivencia y de adaptación.

Cuando tu atención y tus energías se centran en metas de superación sin olvidar que también son las mismas de otras personas, y la han sido de muchos otros que como tú tuvieron los mismos afanes, esto llámale una acción de "desindividualización existencial", despojarte de las mezquinas estrecheces de miras sobre sí mismo. La lógica de la realidad lo demuestra, puesto que muchos de los males y de los bienes de los demás, podrán ser bienes o males para tí mismo. Así que, da un paso adelante y el éxito no te llenará de soberbia, en absoluto, ni la adversidad te hundirá.
Desde ahí gestiona y procesa la información, conviértela en conocimiento, que este se convertirá irremediablemente en haz de luz para entender e interpretar todo cuanto sucede, y así irás creciendo en conciencia sobre la realidad, tendrás la fuerza necesaria para actuar, tomar decisiones, crear, transformar y cumplir con la finalidad perfectible que demanda la vida.
Así va apareciendo la fuerza interior que te hará dejar de ser un condenado, va naciendo la persona inteligente, productiva y resolutiva, respecto a cada área de la vida que conforman y compactan el desarrollo de tu propio destino. Cuando tu vida funciona en base a estos mecanismos, entonces surge la experiencia,y desde ella, desde la vivencia, seremos aún más fuertes, y es por así decirlo, el alimento de la conciencia.

Personas de conciencia, crean sociedades conscientes y por tanto sociedades prestas al progreso y a la justicia, con las defensas y las armas a punto para incorporarse, cuando sea llamado, a la lucha contra los poderes del oprobio.
De este modo podrás identificar y evitar los principales enemigos del desarrollo de las virtudes humanas. Políticos: diestros del manejo de los poderes públicos, casi siempre (demostrado hasta la saciedad en todos los países) casi siempre para beneficio propio y del "establishment". Religiosos: defalcadores de los valores más elevados del ser humano, desde los que manipulan, explotan y subyugan a millones de personas. Financieros, económicos: explotan la vanidad, te crean insatisfacciones, te fabrican necesidades, luego te venden las maneras de satisfacerlas, para a continuación esclavizarte y llevarse casi todos los beneficios de tus esfuerzos, de tu trabajo. Todos a una, van actuar como fuerzas opresivas y regresivas del desarrollo y la maduración de las condiciones humanas superiores, la inteligencia y la conciencia.
Ahí merece la pena que dediques tu tiempo, tus energías, tus ilusiones ; ningún ferrari, ninguna mansión por más lujosa que sea, te devolverá tanto poder, tanta gracia, tantas alegrías, como las que invertas en dotar la vida, tu vida, tu persona, la persona de los demás, la gente,la humanidad, del sentido solidario, de la conciencia del conocimiento y de las luchas contra los poderes del mal, que hacen el mundo casi inhabitable para grandes masas de personas. Verdugos implacables, poseedores insaciables, en ocasiones vestidos de servidores públicos e incluso de sublimes virtudes espirituales, vociferando desde púlpitos religiosos de todo tipo de creencias, donde se le transparenta, a la luz de una conciencia crecida, la falsedad, el desnudo de sus verdaderas intenciones de reclutamiento y clientelismo.

El poder del condenado resplandece en la "desindividualización existencial", sostenida en el conocimiento, en el desarrollo de las conciencias, que se unen solidariamente con un fín común.
Está demostrado que tiene mucho más poder las acciones solidarias fundamentadas en la moralidad, que todos los poderes económicos, políticos o militares junto. Basta con reunir muchas conciencias, no mucho dinero,ni muchas armas y este cae irremediablemente.
Si no, vea el ejemplo al mundo del pueblo egipcio, fuerte y glorioso, dos gobiernos en dos años, uno que se instaló en la dictadura militar y otro que se estaba ya instalando disfrazado de demócrata, en la dictadura teocrática, de tal manera, que podríamos hablar de las "conciencias sociales egipcencas" o "egipciación de las luchas contra los opresores." Que a todos nos escandilan y   asombran, todo un pueblo pletórico del poder de Keops que se levanta sobre el desierto del silencio. A tharir los ha conducido el espíritu de Maat, diosa de la justicia y equilibrio, de Horus, campeón de la luz contra las tinieblas, y de thot poseedor y dominador de la palabra eficáz.
Vuestros gritos de libertad y de justicia retumban entre las paredes de Kefren. ¡Despierta Cleopatra! vuestro último faraón, que el valle del nilo florece en la primavera de tharir. ¡Despierta amamet! y devora a los culpables de las vejaciones a tu pueblo.¡Despierta Khonsu! señor de la alegría, ¡belleza nefertitiana !que tu pueblo danza fevoroso de valentía.

¿Ve ud. donde está el camino que lleva al futuro de una sociedad de paz, de justicia, de bienestar?
Hacia adentro, al fondo, todo recto, una vez en el fondo, continúe, hasta que el camino se convierta en senda, la senda de la conciencia...¡poder de los condenados!

                                                          Gracias por vuestra atención.