lunes, 24 de marzo de 2014

                                                        LA GRAN ESTAFA.-
                     
                         "El corazón es un niño:
                          espera lo que desea".
                          (Proverbio ruso)
                                                                    Dr. F. Antonio Bera Bautista
                                                                                                                  Psicólogo

Aquél recién nacido, aún con el rostro vestido de cielo, de mirada cristalina, pleno de potencialidades e incertidumbres, frágil y vulnerable como los hilos de la madeja, fuerte y poderoso por sus hechuras perfectas, herméticamente cerrado, tan sólo dirigido a sus destinatarios, para que estos, cual regalo empaquetado, procedente de no se sabe dónde,ni quién lo alistó con tan magníficas perfecciones.
Recibido en el regazo, generalmente, en el mismo ambiente de amor
donde fué concebido, madre, padre, familiares, amigos y demás testigos de sus llantos, sonrisas, gemidos.

Con esfuerzos y desvelos, van abriendo día a día, con mimos
y cuidados el regalo recibido, la vida de un recién nacido.
Crece y crece, flameando desde su corazoncito las llamas de los deseos, de las esperanzas, de las ilusiones, de los sueños.
escribe cartas a los reyes magos, celebra sus cumpleaños.
El mundo es un lugar maravilloso, él es amado, protegido, admirado. Ensaya con sus juegos la compresión de todo cuanto le rodea, va formando su conciencia, su intelecto, sus sentimientos, sus deseos.
No existen razones por las qué dudar , porque muy pronto le demuestran que todos están en lo cierto, tan sólo él se equivoca, quien debe rendir cuenta de si se porta mal o bién, en casa, en la calle, en el parque o en el colegio.
Ya sabe quién es él y todo cuanto debe hacer para recibir aprobación, castigos o reconocimientos. Quienes son los demás que le rodean, además del poder que le demuestran para mandarlo a comer, a la cama, a la escuela.

¿Qué sucede con ese mundo inmenso que él va comprendiendo, asimilando entre lápices de colores, cuentos de hadas, dibujos animados, parques de recreo, promesas, deseos y sueños?
Así va nuestro niño, rebosante de nobleza, sin más intenciones que pintar un pajarillo, y si es posible, que cante, allí donde sale el sol y dibujar estrellas cuando este se pone.
El tiempo va transcurriendo a velocidad de vértigo, experiencias, sensaciones, se amontonan antes que sean asimiladas por su conciencia, por delante, muy por delante van su imaginación, sus pensamientos, que lo ponen al límite de su capacidad para adaptarse a las reglas, saber cómo es en realidad la gente, comprender el mundo, cuáles son sus riesgos, sus amenazas, sus peligros. La experiencia de vivir, un espectáculo intenso, que se
apodera de sus emociones,de sus sentidos, quedando gravadas para siempre en sus neuronas, en su espíritu, que sin darse cuenta, dan vida a personajes y argumentos disney, que parecían olvidados, hoy presentes en los escenarios que entrelazan su realidad con las fantasías y sus sueños. Pero son fuentes de fuerza imprescindibles para que él decida luchar por lo que quiere.
Han transcurrido muchos días, muchos años, aúnque no tantos, nuestro niño ya es un adulto, un mayor, que jamás dejará de ser eso, un niño.
De momento, todo en él es alegría, fuerza expansiva, poderío, virtudes y hasta talento. Como no va ser de otra manera, si es que nuestro niño es el mejor niño que jamás haya nacido. Más le vale que así lo crea, harán de blindaje para su imágen y confianza en sí mismo, escudos para el combate en el horizonte que empieza a mostrar sus primeros contricantes, los paisajes en blanco y negro, el mundo antidisney, sin acuarelas, sin montañas, florecillas ni ríos, Así, nuestro niño va dejando de ser un niño, para convertirse aveces en corderillo, aveces en cervatillo. Bronco, enérgico, confiado, muy seguro de sí mismo, no hay distancias largas, ni barreras que se resistan, el puede con todo, el mundo es ya pequeño, sus alas,desplegadas por las virtudes, por su talento.
como los protagonistas de sus cuentos, el va a cumplir sus sueños,
y como no, si él es más real que los héroes de las películas, de los
tebeos. Perfectamente preparado, sobrado de conocimientos. Su carácter es templado, su personalidad fuerte, enérgico, imaginativo,
decidido a la gran conquista del mundo, de sus anhelos. Querrá poseer muchas cosas, mostrar lo mejor de sí mismo, rodeado de inmensos horizontes, cielos abiertos y muchos, muchos sueños.
Hay que llegar cuanto antes a la meta (¡mi niño!)desarrolla ideas,acumula experiencias, impulsado por la energía y la confianza en sus cualidades en sus competencias. Así va nuestro cervatillo, el pasado no existe, el presente un espejismo, él es la vida prometida, ya hace tiempo le dejaron de esperar ahí fuera sus padres, abuelos, tios...ahora son los retos, desafíos, detractores y toda clase de peligros.
Sin que las advertencias les valgan de mucho, se enfrenta al mundo, un gigante de guerrillas difícil de vencer, que ataca y se oculta tras una montaña de leyes, de reglas desconocidas, de estrategias no contempladas en la hoja de ruta de nuestro niño, normas absurdas, injustas, con el poder suficiente de zarandearlo, excluirlo del sistema productivo, hundirlo en la miseria y de paso, quemar sus títulos. Victima de portazos, negaciones, políticas de exterminios de talentos, instituciones ocupadas y dirigidas por corruptos, por mafiosos. El se afilia, lucha, protesta, lo detienen, lo humillan, lo golpean, le despojan de sus derechos, se les ve en primera línea en las manifestaciones masivas, en la calle, en la plaza, en la ciudad, en el pueblo. El mismo maravilloso niño que jugaba en los parques, de sonrisa cristalina, de mirada pura, de ingenuidad, de nobleza, de futuro incuestionable, que aprendió que los sueños nunca se abandonan, se pintan, antes con lápices de colores, ahora con el coraje de la conciencia. Aun así, nuestro niño cae vencido, una vez que le ha sido robado, atracado o estafado su vida, su futuro, hacinado en la cárcel, condenado al exilio, o con un tiro en el pecho en la plaza donde se escuchaban sus gritos, o en la misma calle de sus juegos, de sus alegrías, de sus sueños.
Pero ¡cuidado!  que no todos los niños caen vencidos, muchos viven para siempre, y lo hacen por todos aquellos que lucharon por algo parecido o por lo mismo, continúa, tú puede ser uno de ellos.
También, uno muy grande, Nelson Mandela, fué eso, tan sólo un niño.

Nota anexa:
Imagínese por un momento aquél niño, ahora con su
cuerpo ensangrentado, yacente, entre los brazos de
su madre, ella, de rodillas, con la mirada perdida en
el horizonte, preguntándose por qué. Humeradas,
llamas, gritos, sirenazos... Mantenga la imágen de la
escena, sin sentimentalismos, deje que emerja de ud.
sentimientos inteligentes, efluvios de conciencia, a la vez
que escucha el tema "we are the world".
Le recuerdo que tanto esta escena como el contenido
de las reflexiones que ud. acaba de leer, son más fre-
cuentes de lo que ud. pueda imaginar.

                                     gracias.