jueves, 2 de mayo de 2019

             El SILENCIO DE LA MENTIRA.- 
                                                  
                                                              DR. F. ANTONIO BERA BAUTISTA
                                                                                                                     PSICOLOGO



"A LA MENTIRA LE GUSTA
TENER MUCHOS VESTIDOS.
LA VERDAD PREFIERE
ANDAR DESNUDA"
(TOMÁS FULLER)


La mentira es un fenómeno intrínseco a la con-
dición humana. La verdad, como una roca que no
cesa de ser azotada por las olas de las mentiras.
Mentir implica un engaño intencionado y cons-
ciente, dar a la mentira apariencia de verdad. Decir
algo falso que no se corresponde con la realidad.
Ocultar total o parcialmente la realidad. 
Hacer la mentira tan real, para que todos partici-
pen de ella. En el terreno societario e institucional, la mentira suele estar a  ras del suelo, entre escondrijos polvorientos e inmundicias, que se recogen en las soflamas
de sus boceadores.

Según el Diccionario de la Real Académia Española, mentir, es decir o manifestar lo contra-
rio a lo que se sabe, cree o piensa.

"Hoy la pandemia de la mentira se ha convertido en una potente metáfora de nuestra cultura viral,en
la que las emociones, las noticias falsas y los pre-
juicios circulan por las plataformas digitales si-
guiendo un patrón epidemiológico" (M. Rebón).

Está demostrado experimentalmente que nuestra
capacidad para diferenciar entre las verdades y 
mentiras en los demás, es extremadamente limita-da. La probabilidad de acierto es como lanzar una
moneda al aire, de un cincuenta por ciento.
Esto se ve influenciado porque tendemos a consi-
derar que los demás son sinceros, y por ello identi-
ficamos con mayor facilidad las verdades que las
mentiras.
Además hay muy poca diferencias entre la con-
ducta de las personas cuando mienten y cuando
dicen la verdad. Esto se convierte en una buena
cobertura, junto con los éxitos de mentir, puesto
que también está demostrado que si se miente y
sale bién, eso anima a seguir mintiendo para bene-
ficio propio. Convirtiendo el acto de mentir en
un engaño intencionado y consciente.
Proporcionar explicaciones como si fueran ciertas.

En cuanto a la causa de mentir, un estudio reali-
zado por el director de contenido clinico de Get
Mental Help, Derek wood, en EEUU, concluye
que los seres humanos mentimos principalmente
por miedo a una consecuencia, a un castigo o al
qué dirán. Este autor afirma que cuando la menti-
ra se convierte en patológica, aparece el trastorno
de la personalidad antisocial, y es entonces cuando
la causa de la mentira es otra: sexo, poder o dine-
ro. Resume diciendo que uno de los beneficios que
se obtiene con la mentira es en general, conseguir
algo bueno y evitar algo malo.

José Matíne Selva, catedrático de psicología, en su
libro "La gran Mentira", describe dos tipos de men
tirosos, el fabulador y el sinverguenza.
El fabulador es alguien acostumbrado a contar mentiras a lo grande y en todos los ámbitos.
Mientras que el sinverguenza es aquél que lo que
intenta es lograr una ventaja para llegar a alcanzar
un objetivo que no puede conseguir o que no tiene
la seguridad para lograrlo.
Robert Feldman de la Universidad de Massachu-
ssets, introduce una motivación más psicológica,
al afirmar que cuando las personas sienten que su
autoestima se ve amenazada, empiezan a mentir.
Es decir, inseguridad y desconfianza de ser acepta-
dos tal como somos.

Carlos Marx, en su texto "La miseria de la filoso-
fía"(1848), afirmó con la clarividencia propia de
los grandes genios que ha dado la humanidad:
"Cuando la verdad y la conciencia sean llevados
al mercado sería el tiempo de la gran corrupción y de la banalidad universal".
Pues bien, ya estamos en ese tiempo, arrastrados
por la economía de mercado que nos ha situado 
hoy en la sociedad de mercado en la que vivimos,
porque todo se transforma en mercancía, en rela-
ción dineraria. Base y fundamento del ideal ético
de este tipo de sociedad: la capacidad de acomula-
ción ilimitada, de consumo sin límites.
Esto por un lado, por otro, Ortega en su libro "El
Espectador", "cada época es un régimen atencio-
nal determinado, un sistema de preferencias y pro-
posiciones, de clarividencias y cegueras. De modo
que si dibujamos el perfil de su atención, habre-
mo definido la época.
Y en este tipo de sociedad, con los excesos a los
que presiona ese ideal ético, ¿cuál es  uno de los perfiles relevantes que define la época en la que estamos? la mentira se lleva la palma.
Claudia Castro Campos en su artículo "Estudio
Cognitivo de la Mentira Humana", en 2013, seña-
la que la mayoría de las personas miente en pro-
medio de por lo menos una o dos veces al día.
En un experimento con más de un centenar de
personas, Antha E. Kelly y sus colaboradores, 
de la Universidad de Notra Dame, comprobaron
que si se les pedía a los participantes redujeran el
número de mentiras, transcurrido diez semanas, su
salud física y mental había mejorado notablemen-
te.
Esta conclusión la ratifica un estudio titulado
"Ciencia de la honestidad", y dado a conocer en
la más reciente convención anual de la Asocia-
ción Americana de Psicología: decir la verdad
mejora la salud física y mental de las personas. 

Así que, ninguna persona podría ser felíz si se
encuentra separado de la verdad.
Si vamos al campo de la neurociencia, un grupo
de investigadores de California del Sur, descubrie-
ron hace años que la estructura del cerebro de los
mentirosos compulsivos  es distinta de los hones-
tos, porque tienen en el lóbulo frontal del cerebro
más cantidad de sustancia blanca que de gris, en
torno a un 22% más.
Otra investigación  pone de manifiesto que cuando
una persona miente, curiosamente se produce un
"efecto pinocho", debido a  la cual la temperatura de la punta de la naríz aumenta o disminuye.
También asciende su temperatura corporal en la
zona del músculo orbital, en la esquina interna del
ojo. Según una investigación realizada por la 
Universidad de Granada, con la ayuda de Tomo-
grafía, una técnica basada en la detección de la 
temperatura de los cuerpos.
Según un trabajo dado a conocer en Psychologi-
cal Science, cuando las personas tienen más tiem-
po para reflexionar, restringen mucho la cantidad
de mentiras. Lo contrario sucede cuando actúan
muy rápido y con poco tiempo.
Con lo cual, vivir con prisa favorece más la men-
tira. Piense ud. lo que representa la prisa en las
sociedades en que vivimos



Esta capacidad de mentir parece ser parte integral
del desarrollo de una persona a través de la vida.
Desde muy temprano, en la infancia entre 2 y 5
años los niños desarrollan estrategias de engaños
y una comprensión de la verdad de tal manera que
intentan crear una falsa creencia en otros. 

Consultando el diccionario Oxford, en los últimos
tres años, en el 2016, la palabra del año fué 
"postverdad", en el 2017, "fake news", en el 2018,
"tóxico". Las tres asociadas inequívocamente a la
mentira y por tanto según el párrafo citado de Ortega, esas palabras representan las pinceladas
que dibujan el perfíl atencional actual, y por lo
tanto, en gran medida, la época en la que vivimos, la de la cultura viral de la mentira.
Siendo su primera víctima la verdad.
Situándonos a todos en una gran dificultad para
diferenciar la mentira de la verdad.

Ahí están las legiones de troles, los propogado-
res de postverdades, de noticias falsas, de infor-
maciones tóxicas, cada día, cada momento, en 
cualquier lugar, en cualquier medio y práctica-
mente en todos los escenarios.
Sus acechanzas, sus embistes no tienen tregua 
alguna, no descansan, para colocar y hacer al
miedo, a la rabia, o a la angustia, en el centro
de la vida, y por tanto, desmoronar, siempre a 
cambio de algún tipo de compensación trascen-
dente para ellos, la paz, la integridad del conjunto
de la sociedad.
Pero este sigue siendo un universo demasiado grande para mentes tan pequeñas y mezquinas
porque tarde o temprano tienen que enfrentarse
al escudo de la verdad, de la realidad, sea la pro-
pia o la ajena (J. Paterson). Aúnque la creencia
dogmática y fanática en tópicos dominantes serán
siempre dueña de la sociedad (Ortega).

El análisis sobre difusión de noticias falsas, del
instituto tecnológico de minesota, una de las ins-
tituciones más prestigiosas del mundo, demuestra
que una fake new tiene un 70% más de probabili-
dades de ser retuiteada que una noticia fiable, es-
pecialmente si es contenido político.
Afortunadamente, la mentira no es fuerte, es débil.
Siempre está en riesgo, siempre expuesta a los dar-
dos de la evidencia, de la humillación.
Puesto que la verdad, el bién supremo, no podrá
ser vencida ni humillada por nadie. (Sto. Tomás).

Si la felicidad de la vida consiste en tener el espí-
ritu elevado, sin miedo y seguro, esto sólo es po-
sible cuando nos fundamentamos en la razón y en
la verdad.
Así que, bienanventurados a quien la razón hace
agradable todas las situaciones de su vida, movido
e impulsado por la virtúd que lleva hacia la verda-
dera felicidad, y la virtúd, la verdad, siempre per-
manecerá inquebrantable ante el mal.
Acertaban los antiguos ordenar seguir la vida más
virtuosa y no la más agradable, para que "el placer
no sea la guía de una voluntad recta, sino su com-
pañero".

Utilizando palabras de Séneca, la virtúd, la verdad,
es algo elevado, excelso, soberano, invencible e 
infatigable, son ellas, tan sólo ellas, los únicos recurso que hacen posible el silencio de la mentira, y nos permiten "ver al mundo como el
mundo es, ver la vida como un río, según fluye
delante de nosotros".
                                             
                                            GRACIAS POR VUESTRA ATENCIÓN.


ARTICULOS AFINES A ESTE:


-EL ESPLENDOR DE LA VERDAD
-LA PROSTITUCIÓN DE LA VERDAD
-EL TRIUNFO DE LA PERVERSIDAD
-CRÍMEN CONTRA LA VIRTÚD
-MENTIRAS QUE ARRUINAN LA VIDA

                                                       










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