martes, 24 de octubre de 2017

PSICOPATOLOGÍA EN EL INDEPENDENTISMO CATALÁN.-

                                                                     Dr. F. Antonio Bera Bautista
                                                                                                                     Psicólogo



"EL MÁRTIR ESPERA LA MUERTE, EL
FANÁTICO CORRE A BUSCARLA"
(Diderot, escritor francés)



Se ha dicho que la política es el arte de lo posible,
de hacer posible lo deseable.
Pero es la realidad la que pone el sello de los anhelos ideológicos. La realidad enmarcada en el orden institucional, como conjunto de valores y de principios que se manifiestan a través de normas jurídicas, que conforman las bases del sistema jurídico-político que requiere la sociedad. Y en su
cúspide, el principio de supremacía de la constitución.

La negociación, el diálogo, los debates, los acuerdos,los consensos, los pactos, son recursos propios para defender las ideas políticas, ineludiblemente dentro del contexto institucional. Sometiéndose a las pruebas que garantizan su viabilidad, en el libre debate de sus postulados y el siempre contacto con la realidad.

La democracia es la participación consciente y reflexiva del pueblo en la toma de decisiones políticas, dentro del Estado de derechos y no la movilización emocional  y sentimental desde conmociones de un populismo sobre verdades inmutables y sagradas escrituras.

Pero hay algo, todo un fenómeno, como si se tratara de un virus o bacteria, que es inmune y resistente al pensamiento democrático reflexivo:
el fanatismo.
Todos los dictadores han sido y son fanáticos, y el fanático más grande que ha conocido la humanidad es Hitler.
Un fanatismo peligroso es el patriótico, donde más fanatismos se fomenta con consecuencias terribles, junto con el fanatismo religioso.
De ahí ha salido (I.Cabodevilla), una de las aberra-
ciones más grandes del ser humano, como son las
guerras.

"El entusiasmo en su plenitúd (Max Steiner), que lleva ese carácter sagrado e inmutable, que se con-
vierte en nuestro dueño" y a sus seguidores, en poseídos por un furor ciego y estúpido (Rosseau) nunca ordenado por la razón. Donde se confunde la fantasía con la realidad y la persona cree ser aquello con lo que se ha identificado.

Voltaire va más lejos al considerar el virus del fanatismo como "locura sombría y cruel, peste del
alma, monstruo en libertad", que como enferme-
dad epidémica infecta y envenena el cerebro de seguidores.
Así que, un político tiene ideas, un fanático, creen-
cias. Errores en su pensamiento que le llevan a la enajenación.
La misma "distorsión cognitiva" común entre los
terroristas. Su pensamiento es dicotómico, en términos de blanco o negro. "Si no estás conmigo,
estás contra mi". Una rigidéz cognitiva de estruc-
tura mental inamovible.

La neurología entra en el tema, y explica el fanatismo como una obsesión descontrolada, y 
muchos neurólogos lo consideran una enfermedad.
Por lo tanto, un fanático es inaccesible al diálogo y
a la negociación democrática, puesto que su verdad no puede ser cuestionada por nada ni por
nadie. El no razona, no admite discusión sobre lo
que considera dogma no debatible, porque no cree en la diversidad de pensamientos, ni en la posibi-
lidad de asumir nuevas ideas.
"Su individualidad (V. Frankl), queda absorvida en la ideología colectiva y el desprecio de la indivi-
dualidad ajena".

En psicopatología se define delirio como una creencia que se vive con profunda convicción a pesar de que la evidencia demuestra lo contrario.
Si bien, en un enfermo mental, esto sería un signo vital para ser diagnosticado con trastorno psicótico, el fenómeno aparece exactamente igual en personas aparentemente sanas, como es el caso de los independentistas catalanes, la estructura delirante con todas sus características es calcada a la que experimenta el psicótico, por ello es apro-
piado conceptualizar su pensamiento como "tras-
torno delirante" pese a que no hayan sido diagnosticados como esquizofrénicos. Digamos que se trata de una morbilidad del pensamiento político sin base psicótica, pero sí altamente pro-
bable con base en un trastorno de personalidad y de los procesos cognitivos, socialmente compen-
sado y oculto.
Porque tanto en estos supuestos como en la perso-
na psicótica, las creencias están organizadas en torno a un núcleo teórico con aparente coheren-
cia, de forma que todas las preguntas que se le
hagan pueden ser respondidas adecuadamente 
con lógica y finalidad.
En el caso de estos políticos, se trata de un tipo de
delirio por exaltación y de orientación mesiánica
(Escuela Francesa), y con respecto a su actitúd hacia españa, su discurso de falsedades y satura-
ciones de ideas distantes de la realidad, de sentirse una víctima agredida, sin que ello pueda ser racio-
nalmente demostrable, nos hace suponer que se
trata de un tipo de "delirio por despreciación", en
los que se incluyen los persecutorios de condena-
ción.
Todo ello nos lleva a enfocar el fenómeno catalán
como un problema psiquiátrico y no como un pro-
blema político.

Así que estamos (Balmes) ante "unos propagado-
res de delirios" "unos miserables maníacos".
"Apasionados inadaptados (Taylor), que manifies-
tan una notable resistencia para adecuarse a la pre-
sión de la realidad", puesto que se sienten supe-
riores a las leyes y su entusiasmo es la única ley
que existe. 
Los sueños son la realidad y su imaginería se con-
vierte en profesía.
Por todo ello, le resulta tan sencillo su repertorio de conductas crueles y despiadadas.
Ya Cataluña pueda convertirse en un "secadero" que persistirán en sus mismas pretensiones absolutistas.
Son incorregibles y pierde el tiempo quien quiera 
ponerlos en razón, de ahí los inútiles esfuerzos del gobierno español de remitirlos al orden jurídico-
institucional. Dando razones sobradas a las afir-
maciones de Einstein: "Es más fácil romper el 
átomo que el prejuicio de un fanático".
Su "estafa a la democracia" ha sido la más burda y
bochornosa agresión que ha recibido la democra-
cia española en la historia reciente.

Lo peor de todo es que el fanático no sabe que es
un fanático, por su clara perturbación del juicio y
la conciencia, en su obsesión por una meta inve-
rosímil, ilusión irrealizable, extravagante, acompa-
ñada de una extraordinaria insensibilidad al su-
frimiento que pueda causar, destruyendo institu-
ciones, tejido económico y empresarial, fragmen-
tando y enfrentando a la sociedad, familias enteras
amigos, sin el más mínimo escrúpulo.
Rasgo este que comparten con los psicópatas puros.

No dudan en buscar raíces profundas que sosten-
gan sus argumentaciones, y lo suelen encontrar
(Erikson) en un sentimiento consciente de singula-
ridad individual. Incluso en una adn excepcional, o en afirmaciones surrealistas como afirmar que el castellano es menos inteligente que ellos por razones de que la atmósfera de castilla carece de algunos elementos químicos vitales para el cerebro y por tanto no absorven en su respiración, pero que su atmósfera sí es rico en ellos y por tanto
son superiores intelectualmente. ¿Qué le parece?.

Creando así entre sus envenenados seguidores una plataforma de lanzamiento de ideas enfermizas basadas en una megalomanía étnico-nacionalista, 
con base fisiológicas y como se ve, fisico-químico atmósferica. ¿Esto es o no es patológico? ¿ o nos vamos a enredar en otras cosas considerando su conmoción emocional colectiva como movimiento político?

Pero seguimos con la ciencia, ¿Qué pasa en el
cerebro del fanático? Estudios recientes han indicado que en él disminuye la producción de 
oxitocina cuando entran en frenesí, durante sus
exaltaciones desproporcionadas, fácil de obser-
var en sus discursos maníacos-delirantes y mitines.
Así que el fanatismo es un estado neurológico, por lo que para algunos médicos especialistas en neu-
rología y psicología, debe ser considerado como 
una enfermo. Por tanto, no estamos frente a polí-
ticos sino frente a enfermos que no pueden razonar.
En las "orgías sentimentales" que aparecen en sus
prédicas (a diferencia del tono emocional que se 
observa en  políticos, con discursos coherentes
con la realidad), es evidente o experimentalmente
observable si se desea, que en sus cerebros se en-
cuentra al "rojo vivo" un neurotransmisor químico
llamado dopamina. Las neuronas que manejan la
dopamina, están muy relacionadas con las emocio-
nes, y en la medida que sean las emociones y no
las ideas racionales y realistas, el recurso prácti-
camente único para movilizar a sus seguidores y
dotar de fundamentos sus pretensiones, su discur-
so no podría considerarse en ningún caso como
ideológico, sino dopaminérgico y monomaníaco.
como se demuestra cada día en la realidad política,
social, económica e institucional.
El cual les produce un extraordinario placer.

Solemos pensar en el placer como algo vinculado
a las relaciones sexuales o a la buena comida, pero
hay muchas más motivaciones, como el "estreme-
cimiento fanático" que produce igual o superior
placer que el sexo y la comida, lo que hace que
el fanático actúe o busque razones donde sea para
reiniciar el proceso, y el victimismo es su "plato
favorito", por el extraordinario poder que éste tiene para instaurar su discurso o movilizar a sus 
seguidores.

Serían por tanto sus "sesos" y no las ideas, los que
les dictan, desde las profundidades de las neuro-
nas, la necesidad de volver alcanzar esos momen-
tos de éxtasis, apareciendo como verdaderos
"posesos"y no como ideólogos políticos, llegándo
a hacer afirmaciones delirantes como una "cataluña independiente sería la dinamarca del
mediterráneo" "ningùn banco, ningúna empresa se
marcharía de cataluña", o que "el ebro es un río catalán que nace en tierras extrangeras". Al día de hoy son ya 1,300 las que han trasladado sus sedes social, y muchas de estas sus sedes fiscal, fuera de cataluña.
Lo que pone en evidencia la espectacularidad de
sus falsedades, la falacia y los mitos, de sus dis-
cursos irracionalistas, dirigidos a la "indigencia
intelectual" de seguidores, anesteciados y sedu-
cidos, que se muestran incapaces de ningún tipo
de argumentación, frente al expolio y a la corrupción de sus principales lideres y "mesias"
"libertadores" (escándalo de corrupción y saqueo de los puyols, escándalo del 3%).

Erich Fromm estudió algunos aspectos relacio-
nados con lo que llamó "Pensamiento patológico
en política", el fanatismo es uno de los más des-
tacados.  
Como vemos, el fanático no se siente ligado al
mundo que está a su alrrededor, es por ello su
confrontación con el ordenamiento jurídico e
institucional,y desde su" omnipotencia narcisis-
ta (E. Gimbernard) y delirante, los líderes independentista catalanes, se han creído que son
al mismo tiempo la Unión Europea, el Consejo
de Seguridad y la Asamblea General de la ONU,
el Legislador Español, el Banco Central Euro-
peo y la Liga de Futbol Profesional, además el
Tribunal Supremo, el Tribunal Constitucional.

Todo un fenómeno universal de "Pensamiento
Patológico en Política", que se ha extendido como 
la peste, contagiando a estamentos esclesiales,
económicos, deportivos y para colmo de males, policiales, convirtiendo a los mossos de escuadra en una policía política, hoy su máximo responsable imputado de sedición.
Además, para mi asombro, lástima y profunda
decepción, a líderes políticos que hace poco hemos encumbrado (incluído yo con mi voto,
que ya no verán jamás) al escenario institucio-
nal, a los que atribuímos virtudes que han demos-
trado carecer absolutamente de ellas.

A diferencia del fanatismo, una ideología política
es un sistema de principios para ser aplicados a 
un orden social, institucional y jurídico, para así
plantear sus luchas y propuestas desde sus cober-
turas, desde la ética, para no perjudicar a sectores
sociales o tan sólo favorecer a otros.

En el momento en que la ideología política escapa de la realidad y se instala en la utopía, pierde su
naturaleza y se convierte en un burdo fanatismo, en un estado mental flameado por una fé obstinada e inaccesible a la duda, en una concepción del
mundo que tiene por verdad absoluta, en nombre
de la cual se persigue cualquier forma de pensamiento distinta (Freud). Imponiéndo sus
propias creencias sobre los demás, forzándo a
todos los que tienen cerca a que crean de la mis-
ma manera, puesto que la causa que defienden no
tiene límites ni matices.
¿Y qué vecino no ha visto o padecido esto en cataluña?

Psicológicamente, el fanatismo manifiesta una
conducta obsesionada por una causa, en virtúd
de una fobia.
La patología consiste en "no querer ver la verdad",
una ceguera mental donde no cabe el debate para
ver la verdad. El que exprese su disentimiento es
inmediatamente acusado y condenado.
Un fenómeno que se ha convertido en viral en la 
sociedad catalana de hoy, atenasada por el miedo,
el acoso y la persecusión, dirigido por las personalidades narcisistas independentistas, que
se sienten inmune a cualquier crítica, sentido 
grandioso de la propia importancia, que le hace
creerse superior a todos los demás, además, por
la percepción exagerada de sus propios derechos.

De este modo, se niegan admitir haber participa-
do en la creación de los problemas, que siempre
atribuyen a otros o a circunstancias exteriores
("España nos roba", no los puyols, "la aplicación
del artículo 155 de la Constitución Española, es
culpa del gobierno español").
"Deslumbrados por sus propias fantasías de 
grandeza (H.J. Wirth), viviendo en un estado
de exitación narcisista" (E.From), entregados
por completo a un absoluto, a la radical irra-
cionalidad de las fantasías creadas por sus
mentes. Y cuanto más se trate de rechazar sus
ideas, más fanáticos se vuelven su actitúd cons-
ciente. ("La aplicación del art. 155 de la consti-
tución va alejar más a cataluña de españa". P. Iglesias.). Reaccionando con intenso amor hacia
los que comparten sus ideas y con cruento odio
hacia los que les contradicen, extremos que brotan
de su actitúd defensiva (Jung).

Al tratarse de un "Síndrome Psicopatológico", apetrechado en simbolos de nobleza y excelencia,
como la bandera, la patria, el bién común, que re-
presentan el carácter colectivo de los objetivos que
persiguen (Bolteraurer), es un discurso monomaníaco extremadamente apasionado, que
cautiva y no tiene en cuenta ningún otro deber,
poniendo sin ningún tipo de escrúpulos todos los
medios posibles, incluso, los reprochables moral-
mente y democráticamente (educación de los niños basada en el odio hacia toda españa, aproba-
ción esperpéntica de las leyes de referéndum y de
desconexión).
En una entrega frenéticamente infatigable auto y heterodestructiva, entregando toda su facultad de
creer de un modo absoluto e incondicional a su
"Procés", con intolerancia sistemática para los
juicios y comportamientos discrepantes, destru-
yendo cualquier obstáculo que se interponga.

Nada puede representar un obstáculo legítimo,
ni las leyes, ni los derechos de la verdad o de la
justicia, puesto que no reconocen el valor de los
otros, insultando y ofendiendo a sus oponentes.

Basándome en los fundamentos de la ciencia
de la conducta y la neurología, cuando nadie 
podía sospechar la situación actual, yo en mis
tertulias políticas y conversaciones sobre el
tema,para asombro de los demás, me arriesgué a pronosticar que el desenlace de la situación Cata-
lana, que terminaría con la aplicación del art. 155 de la constitución y por consiguiente con la intervención de la Generalidad Catalana.
Tan sólo había que saber una cosa:
No estamos ante políticos, sino ante enfermos
fanáticos.
                                          
                                GRACIAS POR VUESTRA ATENCIÓN.


Nota:
Mis felecitaciones a UCE (Unificación comunista de España), por
haber liderado la mejor campaña de izquierda en esta   crisis
Catalana. El gran calado social  de sus argumentaciones y los dos eslóganes que mejor han representado los posicionamientos:    

-"ESTAFA ANTIDEMOCRÁTICA"

-"UNA ESPAÑA DIVIDIDA, ES UNA
ESPAÑA DÉBIL, UNA ESPAÑA UNIDA
ES UNA ESPAÑA FUERTE"
                                  PARA LOS QUE DESEEN CONTACTAR CON 
                                                                    UCE, EL TELEFONO ES 691 743 764









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